Bajo el lema “Transformando la Justicia” se realizó este martes, 24 de septiembre, el cóctel anual de la Usina de Justicia en la que se premió a la Organización de Estados Americanos (OEA) por su Plan Hemisférico de Prevención y Reducción del Homicidio Intencional. A la convocatoria, celebrada en el Alvear Palace Hotel, asistió un nutrido grupo de autoridades nacionales, provinciales y municipales, miembros de la Suprema Corte de Justicia, empresarios, periodistas y celebridades.
Farrah Urrutia, Secretaria de Seguridad Multidimensional de la OEA, y Héctor Schamis, del Centro de Estudios Latinoamericanos, recibieron el premio en representación de Luis Almagro Lemes, secretario general de la OEA. Otros premiados fueron el fiscal José María Campagnoli, por haber inaugurado un equipo que está abocado a la investigación de delitos no resueltos, y la legisladora Natalia Fidel, por un proyecto de ley que auspicia el patrocinio jurídico gratuito para las víctimas de las causas penales.
Estuvieron presentes el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti, el Procurador General de la Nación, Eduardo Casal, el juez Gustavo Hornos, el candidato a presidente José Luis Espert, los legisladores Natalia Fidel, Pablo Tonelli y Luis Petri, el periodista Jorge Fontevecchia, el abogado Daniel Sabsay, el escritor Marcos Aguinis, el presidente del Colegio de Abogados, Máximo Fonrouge y el embajador del Reino Unido, Mark Kent, entre otros.
La Usina de Justicia está integrada por familiares de víctimas de la violencia delictiva, además de abogados, jueces, psicólogos, comunicadores y otros profesionales sensibilizados por el flagelo difícil de combatir. El hijo de Cohen Agrest fue asesinado por un delincuente que se encontraba en libertad condicional. "Salvo en excepciones, a víctima continúa en soledad, sin un querellante, sin un fiscal que necesariamente impulse la causa a su favor, y con un juez que a menudo se erige como un segundo defensor del victimario", dijo la presidenta de la Usina de Justicia, la filósofa Diana Cohen Agrest en su discurso.
D.S.
