SOCIEDAD
dio una charla a periodistas y estudiantes de editorial perfil

"Las palabras pueden ser formas de violencia", dice Maffía

Este jueves, la filósofa y defensora de género de diario PERFIL, Diana Maffía, participó de un encuentro con periodistas y estudiantes en Editorial Perfil, donde reflexionó acerca de temas como la violencia simbólica y mediática, los estereotipos de género que se reproducen en los medios de comunicación y la publicidad, y los usos del lenguaje.

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Experta. Diana Maffía es Defensora de Género de diario PERFIL. | Aballay

Este jueves, la filósofa y defensora de género de diario PERFIL, Diana Maffía, participó de un encuentro con periodistas y estudiantes en Editorial Perfil, donde reflexionó acerca de  temas como la violencia simbólica y mediática, los estereotipos de género que se reproducen en los medios de comunicación y la publicidad, y los usos del lenguaje.

“Las palabras y las imágenes pueden ser  formas de violencia. Y la violencia verbal, y psicológica también, puede generar efectos físicos”, aseguró Maffía a la hora de abordar los tipos de violencia que reconoce la legislación argentina. Y destacó la importancia de, a la hora de analizar la construcción de un mensaje, “pensar quién lo emite, a quién, de qué habla. Pensar en todos estos sujetos involucrados en el acto de comunicar es también algo que permite ver subjetividades presupuestas. Quién se presupone que le habla a quién. Son todos componentes de género”, aseguró. En relación con la violencia simbólica, se refirió a la “imposición cultural de sujetos dominantes hacia sujetos dominados, donde el sujeto dominante tiene el poder de la palabra, y violencia es la imposición de determinadas maneras de significar a otros”.

“Travesti”, “queer”, “yegua”, fueron algunos ejemplos que brindó de palabras que antes tuvieron consideraciones despectivas, pero que gracias a la apropiación y valorización que se les dé, por parte de un colectivo o por alguien, por ejemplo, logran resignificarse y hasta transformarse en algo político. “De lo que se  trata es de valorizar un término que antes era insultante. Pensar cómo generar fuerzas reactivas con el lenguaje”.

También se refirió al uso del lenguaje inclusivo y la oportunidad que supone pensar cómo algunos sujetos están expulsados del lenguaje. Y  de la “ginopia”, que explica la invisibilidad de lo femenino en el lenguaje. “Si no entramos en el universal del lenguaje, no entramos en el universal de los derechos”.

Por eso sostiene que se debe ir hacia “una política feminista del nombrar, una política de la autodesignación que subvierta las relaciones de poder en el discurso, y que denuncie la violencia del lenguaje del amo cuando se trata de nuestros cuerpos, nuestras historias y nuestras vidas”.

Sobre la denuncia de Fardin  dijo que fue “como un terremoto que repercutió en miles de mujeres. Todas tuvimos situaciones de violencia desde chicas. La reacción fue que muchas se animaron a contarlas”, dijo. “Ahora el trabajo de los varones es pensar qué tipo de masculinidad quieren. Romper el pacto patriarcal es algo que todavía no están haciendo”.