SOCIEDAD
Chicas peladas

Las tres causas por las que ellas se rapan

Por trabajo, religión, ideología o simplemente decisión estética, muchas mujeres se rasuran la cabeza y pasean por las calles fresquitas, llamativas y cuestionablemente renovadas. Es necesario tener una forma de cráneo casi perfecta y rasgos delicadamente armoniosos para salir indemne de la experiencia a cero y no terminar formando parte de una suerte de galería “freak”. Los peluqueros no lo recomiendan y dicen que no es ni fue una moda. Para la psicología es rebeldía adolescente o un autoflagelo, ya que el cabello largo es un símbolo incuestionable de la feminidad. Galería de fotos

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Britney, la ltima rapada. | Cedoc

Las peluqueras le dijeron que no lo hiciera, pero Britney Spears agarró la maquinita y se rasuró, apurada y parada delante de un espejo, el cabello largo y dorado a lo Rapunzel. Tan lejos y tan cerca de aquella nena inocente que pregonaba su virginidad para impulsar su fama, cuentan que cuando se vio se puso a llorar y sólo atinó a decir que su madre realmente se iba a enojar.

El caso es que su cráneo al aire libre fue un efectivo punch publicitario y, más allá de su frágil estado emocional, logró ¿casualmente? un perfecto objetivo: ahora nadie habla del largo tiempo que lleva sin ubicar un hit en los charts. Estrategia de cualquier tipo o no, son muchas las mujeres que alguna vez pasaron por la experiencia a cero y se las puede agrupar, a groso modo, en diferentes grupos.

Por gusto. La primera chica pelada recordable es la bonita Sinéad O’Connor, que allá lejos y hace tiempo saltó a la fama con un primerísimo primer plano de su cara perfecta cantando Nothing Compares To You y entonces inspiró a muchas a cortarse el cabello. Una multitud de chicas rasuradas pobló las calles y quedó demostrado que no cualquiera puede emularla.

Más cerca geográficamente, Déborah de Corral un día quiso dejar de ser sólo una cara bonita y lo logró. Abandonó las pasarelas, dejó su alto perfil como conductora del entonces exitoso y recién estrenado programa El rayo, se pasó la temible maquinita y partió a Londres con un look la Raulito a intentar que la olvidaran.

Por trabajo. En 1992 el mundo entero habló del cachet que pidió Sigourney Weaver por raparse para Alien 3 y hasta del bonus económico que exigió cuando tuvo que volver a afeitarse a la hora de hacer nuevas tomas. Otra bella dama que se rasuró, pero esta vez en pantalla, fue Demi Moore, cuando interpretó a la aguerrida teniente O’Neil en Hasta el límite, de Ridley Scott.

Natalia Oreiro, que tuvo todo tipo de peinados a lo largo de su carrera, también usó el look rapada para protagonizar la película Cleopatra y el año pasado Natalie Portman le mostró al público su redonda cabecita en V de venganza.

Por un mal día.Rasurarse no es una moda ni nunca lo fue. En general son actrices, que lo hacen por algún tema específico de trabajo, o si no mujeres que no están bien y necesitan un cambio radical. No es algo que yo le recomendaría a nadie, porque es muy difícil que te quede bien”, dice Diego Impagliazzo, un reconocido estilista local.

Y tal fue el caso de Jimena Cyrulnik, que de angelical modelo y conductora pasó a declarar su anorexia, retirarse de la tevé y, en medio de un brote místico que su bobe aún debe estar sufriendo, reapareció pelada como un kiwi a contar que se había pasado del judaísmo al catolicismo.

El tema es, mujeres del mundo, que las que salen indemnes de la experiencia de la maquinita suelen ser siempre chicas que pueden contar que lo hicieron por trabajo o, si no y en el peor de los casos, que reúnen condiciones de belleza altísimas... tantas, que son capaces de llevar con estilo cualquier extravagancia. Pero absolutamente cualquiera, ¿eh?