SOCIEDAD
a dos semanas del caso

Levantaron huellas dactilares de los ladrones de la Catedral

Golpe. El domingo 26 de enero por la tarde robaron 100 mil pesos.
| Sergio Piemonte

A dos semanas del robo con armas en el Arzobispado de Buenos Aires, los investigadores reconocieron que cuentan con una pista concreta de los autores, mientras que desde la Iglesia siguen sin brindar información oficial de lo ocurrido el domingo 26 de enero, cuando al menos tres hombres encañonaron a cinco religiosos y un empleado de seguridad y escaparon con un botín de 100 mil pesos.
Voceros de la investigación reconocieron a PERFIL que, hasta el momento, consiguieron reunir pruebas de las cámaras de seguridad y tomaron fragmentos de huellas dactilares que están siendo analizadas.
Lo llamativo del caso es que ninguna autoridad del Arzobispado respondió a los insistentes llamados realizados por este diario.
Uno de los sacerdotes que habitualmente oficia misa en la Catedral evitó referirse al caso. “Yo no estuve ese día y no me contaron nada”, respondió y enseguida siguió su camino rumbo al confesionario.
A dos semanas del robo, el hermetismo es total. El personal que colabora día a día en la Catedral tiene casi prohibido preguntar qué pasó ese día. “No me animo a preguntar. Nadie lo hace porque intentamos preguntarle a las personas más cercanas al rector y nos contestaron que no se habla”, revela a PERFIL una mujer. Otra recordó que el día del robo no notó nada extraño: “Me fui después de que se cerraron las puertas porque se quedó un grupo de colaboradores resolviendo algunas cosas. No vi a nadie”. Ella, como la mayoría de las personas que trabaja en el templo y en el Arzobispado que se encuentra al lado, se enteraron del robo una semana después, tras conocerse la noticia que difundió este diario