SOCIEDAD
El ocio, una actividad privativa

Lo que no les sobra a las mujeres es el tiempo

Se desprende de una investigación del Consejo Nacional de la Mujer. Sobre una base de 700 encuestas "on line", llegaron a la conclusión de que la mayor cantidad de tiempo está dedicado a la casa y la familia.

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Descansar, disfrutar de un momento de ocio o simplemente no hacer nada, son algunas de las actividades que las mujeres argentinas deben restringir a no más de una hora y media por día.

Así lo reveló una encuesta on line realizada por el Consejo Nacional de la Mujer, que arrojó la contundente conclusión de que para ellas hay tan sólo una hora y media libre por día, según consignó el matutino Clarín.

La investigación se realizó con el objetivo de determinar de qué manera afecta el trabajo remunerado y las tareas de la casa en la vida cotidiana de todas las argentinas. Y el estudio se realizó en base a 700 encuestas realizadas a mujeres de entre 30 y 50 años que viven en grandes ciudades y que lograron alcanzar un buen nivel educativo.

Así, según se desprende del análisis, ocho horas por día se consumen en tareas no remuneradas, mientras que cinco horas es el promedio que ellas emplean para realizar una tarea y cobrar por ello.

Entre las ocupaciones no remuneradas, el mayor tiempo se destina a cuidar de otras personas: niños, pareja, adultos enfermos. "La asignación de los cuidados fundamentalmente en las mujeres, implica tener menos autonomía", explicó Valeria Esquivel, economista e investigadora docente de la Universidad Nacional General Sarmiento. "Si a ese compromiso no lo asumimos todos sino más las mujeres, entonces la autonomía relativa de ellas es menor que la de los varones", concluyó.

El resto de las ocho horas están destinadas a la limpieza del hogar –dos horas y media aproximadamente-, y a la preparación de la comida, con un promedio de casi una hora y veinte minutos.

El mundo de las mujeres en cuento a realidad laboral y labores correspondientes dista mucho del modelo ideal. Como una construcción cultural , la división sexual del trabajo determinó que el trabajo doméstico sea exclusivo de las mujeres. Por ello, la inserción económica femenina está muy condicionada, así como sus posibilidades de carrera y la forma en que se relacionan con los demás.