Son una pareja platense ligada a la protesta del campo de una manera curiosa. Alejandro Mañanes y Nancy Cravena, son los creadores del torito inflamable que en la última semana desató una andanada de comentarios y una participación inusitada de curiosos que querían tomarse una foto. "Alfredito", como fue bautizado (en honor al ruralista Alfredo De Angeli), logró en su primer día en Buenos Aires, quedar retratado en cinco mil fotos.
La historia de Mañanes y Cravena no es reciente. El torito de 10 metros por 7, ya había sido expuesto por primera vez durante los cacerolazos en La Plata y, según Mañanes "se armó lo mismo que acá, una revolución. La gente se enganchó y empezaron a hablar de él. Ahí se nos ocurrió llamarlo ´Alfredito´". La idea de traerlo a Buenos Aires llegó más tarde, sin que ninguna de las entidades agropecuarias los tentara: "Nadie nos pidió que viniéramos, nadie nos contrató y conocemos a nadie acá", dice la pareja de artistas.
"Alfredito" costó cinco mil pesos y se construyó en quince días. Sus mentores, más allá del sacrificio que implicó diseñarlo, cumplieron su objetivo: "Movilizar a la población y generar una situación más amena. Mucha gente que vino no se hubiera acercado a la carpa de los ruralistas porque sí".
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