Pasamos frente a ellos cotidianamente, en auto, a pie, sobre patines y siempre con otro rumbo. Muchos porteños tampoco los conocen. Sin embargo, el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat están ahí nomás, listos para combinar experiencia artística con un buen paseo por Palermo, San Telmo y Puerto Madero.
El Sívori
Dentro del Parque Tres de Febrero –los Bosques de Palermo– se esconde el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori (Av. Infanta Isabel 555). Con su inconfundible torrecita, el predio supo ser una quinta de Juan Manuel de Rosas, y luego tambo, durante la presidencia de Hipólito Yrigoyen. El paisajista Carlos Thays lo dejó dentro de los Bosques de Palermo y en los años 20 la actual sede del Museo Sívori fue la confitería Hostal del Ciervo. Desde su creación, en 1933, el Sívori había pasado por varias sedes y nombres. El nombre del grabadista y pintor del paisaje pampeano Eduardo Sívori (1847-1918) contagia al predio de un espíritu telúrico. Hay arte de tradición, que convive con creadores contemporáneos: un amplio arco, que incluye a Fernando Fader, Emilio Pettoruti, Lino Enea Spilimbergo, Antonio Berni, hasta las experiencias del Instituto Di Tella y de arte pop, y las múltiples estéticas del siglo XXI.
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