SOCIEDAD
balance 2003-2013

Luces y sombras de la década K en el mundo universitario

Desde que asumió el Gobierno, se crearon nueve universidades ubicadas, sobre todo, en el conurbano bonaerense. El uso político del sector educativo superior. El aumento de inscriptos en diferentes niveles. Mayor inclusión, pero problemas académicos repetidos.

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Según datos estadísticos del Ministerio de Educación de la Nación, del año 2003 a 2013 se crearon nueve universidades nacionales, la mayoría se instaló en el conurbano bonaerense, y el sector público creció el 25% contra el 21,6% con respecto a las de gestión privada. También se incrementó la cantidad de inscriptos en el 28% y la de graduados, en el 50%.

El doctor en Educación y profesor en la Universidad Torcuato Di Tella, Marcelo Rabossi, considera que “el sector privado en la Argentina ha sido tolerado, pero no fomentado”, y su disminución no se debe a falta de inversores, sino a que el Estado impone reglas muy restrictivas. Asimismo, explica que en los últimos 15 años se han presentado alrededor de setenta proyectos para la apertura de instituciones privadas, pero la Comisión Nacional de Acreditación Universitaria (Coneau), encargada de evaluarlos, ha rechazado más del 80%. Por lo tanto, el país es el que menor proporción de alumnos tiene en universidades privadas, a diferencia de lo que ocurre en Brasil, Chile y Colombia, que establecen mecanismos más laxos para su creación.

Sin embargo, expresa que desde la salida de la crisis de 2002 la matrícula privada se ha incrementado porque cambió el poder adquisitivo de la gente. Además, opina que resultan más eficientes porque la tasa de graduación en ellas es mayor debido a que están mejor organizadas, las correlatividades no se superponen y se enfocan en la retención de los alumnos.

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También cuestiona la apertura de las nuevas unidades académicas nacionales porque, si bien su objetivo es acercarles educación superior a sectores que hasta ese momento no habían podido acceder, cree que “están proyectadas más como favores políticos a los intendentes de esa zona que diseñadas de una manera estratégica”. Rabossi concluye: “Crear la falsa ilusión de educación para todos, pero después enfrentarnos a tasas de deserción que alcanzan el 70% es jugar con la ilusión de la gente”.

Conjuntamente, el rector de la Universidad de Belgrano, Avelino Porto, expresa que en la última década se han continuado abriendo carreras tradicionales, con lo cual el gobierno nacional ofrece más oportunidades para que la gente estudie, pero hay una repetición de modelos que no implican un cambio de calidad para el avance y desarrollo de la Nación. Asimismo, afirma que hubo un gran presupuesto destinado al sector estatal y un mejoramiento del privado, ya que frente a los requerimientos de la Coneau han tomado la investigación como una nueva exigencia.

No obstante, reflexiona que el país aún no les dio a las universidades privadas el reconocimiento que merecen y expone la necesidad de que el sistema universitario se consolide como una unidad de ambos sectores para trabajar en forma mancomunada con el Estado y lograr mayor interacción con las actividades productivas argentinas.

La Universidad Nacional de José C. Paz (Unpaz) se fundó en 2009, y su rector, el doctor Héctor Hugo Trinchero, expresa que el criterio seguido para la creación de las nuevas unidades académicas fue el de efectivizar el derecho a la educación superior de todos los sectores sociales para garantizar la inclusión social. Además, argumenta que la mayoría se instaló en el conurbano bonaerense porque es allí donde reside la mayor parte de la población que necesita formarse para poder mejorar sus condiciones de vida.

Trinchero reconoce que la Unpaz aún tiene las dificultades propias de un proyecto que recién comienza, y para superarlas se requiere el compromiso pedagógico y socioeducativo de toda la comunidad. También sostiene que el impacto inclusivo ha dado sus primeros resultados exitosos ya que cuentan con más de 6 mil inscriptos, aunque aproximadamente sólo 4.500 cumplen con todos los requisitos académicos. Por eso se ha instaurado un equipo psicopedagógico con el objetivo de evitar el desgranamiento de la matrícula.

Al mismo tiempo, el rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, creada en diciembre de 2010, Roberto Noël Domeceq, manifiesta que “el sistema académico debe responder a las necesidades de la sociedad”. En el caso de su provincia, a través de la institución se intenta mejorar el desarrollo sostenible de la región y contribuir al progreso urbano. Del mismo modo, alerta que en los últimos tiempos ha cambiado la forma de trabajar, de producir y de comunicarse, pero las universidades aún tienen dificultades para procesar esas transformaciones y brindar la educación pertinente acorde con el contexto actual.

Por otra parte, el presidente de la Asociación Civil Universidad Kennedy, Agustín David, reconoce que tanto el sector privado como público han crecido, pero cree que hay que aguardar más tiempo para analizar cuáles son las consecuencias y señala que las instituciones deben enfocarse en crear programas de estudio que contemplen las nuevas tecnologías.

Además, explica que desde los últimos años hay una mayor segmentación entre el sector público y el privado porque éste comenzó a enfocarse con mayor profundidad en el desarrollo de maestrías y doctorados, debido a que, acorde con las tendencias internacionales, en la actualidad no alcanza con los títulos de grado, y los profesionales deben reactualizarse periódicamente.

Por último, el rector de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), ingeniero Jorge Calzoni, resalta la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y del Programa Raíces, que permitió recuperar científicos que habían emigrado por no tener apoyo suficiente. Asimismo, sostiene que “hay que continuar con las transformaciones que garanticen la inclusión, trabajar más en la educación a distancia y vincular el trabajo de extensión universitaria con el diseño académico”. En el caso de la Undav, todas las carreras tienen el Trabajo Social Comunitario como una asignatura transversal y obligatoria.

Calzoni asegura que hoy la Argentina es más productiva que hace diez años y necesita más técnicos y profesionales. Por eso insiste en que la tasa de graduación constituye un desafío común para todas las instituciones y enfatiza sobre la necesidad de generar políticas de retención de los estudiantes. Para concluir, afirma: “Hace diez años mis alumnos de Ingeniería del último año de la carrera no tenían trabajo ni perspectiva de poder conseguirlo. Hoy todos tienen trabajo en su profesión”.