La tercera fue la vencida. Luego de haber quedado dos años consecutivos –2021 y 2022– en el segundo puesto, un mural del argentino Martín Ron fue galardonado con el premio al Mejor Mural del Mundo durante el mes de mayo. Se trata de la obra Chapuzón en Miramar, que el genial artista plástico diseñó y pintó sobre una de las escenografías más emblemáticas de la “ciudad de los niños”, el tanque de agua de 35 metros de altura que se encuentra en esa localidad costera, lindera a Mar del Plata.
El galardón fue otorgado por la reconocida plataforma Street Art Cities, que eligió la obra entre más de 300 murales de todo el mundo luego de ser votada por los seguidores de esa aplicación digital. Según la publicación, en la obra de Ron se destacan la originalidad, técnica y narrativa visual. Por otra parte, el trabajo de Ron concursará junto con otras 12 obras por el título del Mejor Mural del Año, que se elegirá en diciembre próximo con la misma metodolgía de votación online. “Al fin. La tercera fue la vencida, una revancha con una muy buena repercusión”, señaló, entre risas, el autor de la obra galardonada.
El trabajo, que se encuentra ubicado en el cruce de la diagonal Fortunato de la Plaza y la calle 11, formó parte de la VI Bienal de Arte de Miramar y fue solicitado por las autoridades de esa ciudad y contó con la colaboración del Instituto de Cultura bonaerense.
Con anterioridad a esta distinción, Ron había alcanzado el segundo puesto durante dos años seguidos. En 2021, con Olivia mira al cielo, instalada en el barrio Observatorio de la ciudad de Córdoba, con motivo del aniversario del Observatorio y, en 2022, con la obra Viaje de estudio, realizada en la Universidad de Lomas de Zamora en homenaje a los estudiantes de la provincia de Buenos Aires, que asisten a esa casa de altos estudios.
Según el autor de la obra, el mural representa una típica actividad de verano, en la que se puede ver a dos niños dándose un chapuzón. “Para mí era determinante hacer algo relacionado con el agua, además de que Miramar es conocida como la ‘ciudad de los niños’ y que yo vengo pintando niños desde hace varios años. Me pareció un desafío más que interesante; así que pensé en hacer una típica escena de playa que involucre el agua”, afirmó Martín, en su charla con PERIFL. “Recreamos una escena de verano con Nina y su amigo Salvi dándose un chapuzón, como tantas veces hicieron los argentinos. Primero hicimos una producción de fotos con los chicos y después hicimos digitalmente la maqueta para hacer la reproducción de ese diseño en el tanque”, completó.
Otro de los desafíos –con gusto– que sorteó Ron a la hora de encarar el proyecto fue la dificultad que representaba hacer un mural en un tanque de agua. “No había pintado nunca una superficie como la de un tanque de agua, así que me pareció una estructura increíble para pintar por las características propias que tiene, al que hay que abordarlo de manera 360”, indicó el artista, autor de uno de los murales más significativos del futbol argentino, como es la imagen de Diego Armando Maradona sobre una medianera de 1800 m2 en San Juan y Solís.
En este sentido, Ron explicó que, más allá de la forma en sí del tanque, hacer el mural también lo vivó como un verdadero desafío deportivo. “Más allá de toda la satisfacción que uno tiene al momento de pintar, de expresarse, de indagar y de experimentar con el color, hacer un mural tiene una una faceta que se vive como un logro deportivo, de conquistar metas. El objetivo es pintar murales cada vez más grandes. Es una adrenalina, una motivación extra, tal como te lo da el deporte cuando querés alcanzar nuevas metas”, ejemplificó el autor de un gran mural ubicado sobre la avenida San Martín 185, en Bernal, en el que una niña refleja su cara en un globo metalizado. Entre otros de sus trabajos, también se destaca Olivia en la Ciudad, que se encuentra instalado en el shopping Alto Palermo, sobre la calle Arenales, y que forma parte de la serie de murales que hizo Ron en la ciudad de Buenos Aires.
Respecto de la técnica utilizada por el artista en su obra de Miramar, Ron contó: “En el tanque utilicé el recurso de anamorfosis que permite pintar y que no se deforme el diseño con su circunferencia. Con esta técnica se compensa la perspectiva natural que te brinda la circunferencia para que de lejos se vea como un plano. Es una ilusión óptica para que los chicos, por ejemplo, se vean planos y coincidan todas las líneas del trabajo sin deformación”, señaló el muralista premiado, quien hizo del hiperrealismo, el impacto visual y el feedback con sus seguidores, su sello distintivo.
En relación con los tiempos de producción del mural, Ron explicó que el de Miramar le llevó cinco semanas y que junto a él trabajaron Mariana y Hernán Parra, y Nicolás Vicianno. “Lo hicimos durante el mes de abril, ya que tuvimos que esperar que pase la temporada, es muy difícil pintar durante el verano. Utilizamos una grúa a la cual le tuvimos que adaptar un gran canasto para trabajar dos artistas al mismo tiempo. En el caso del mural de Maradona, por ejemplo, trabajamos ocho artistas, distribuidos en tres balancines. En este caso puntual tardamos un mes”, concluyó Martín Ron, antes de continuar trabajando en su nuevo diseño artístico en Malvinas Argentinas (ver aparte).
Experiencia inmersiva
Luego de obtener el premio al Mejor Mural del Mundo durante el mes de mayo por su obra en Miramar, la cual tiene grandes chances de convertirse en el Mejor Mural del Mundo de 2023 dada su originalidad, recursos y técnicas empleados a la hora de plasmar el diseño, Martín Ron continúa con sus increíbles trabajos en muros o paredes. Ahora, su atención la tiene puesta en la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas, en la que Ron está pintando en un túnel de 500 metros de extensión el fondo de la Plataforma Submarina del Mar Argentino. “Estamos pintando un fondo marino, que más allá de la experiencia visual, aprovechamos el diseño para destacar las especies más importantes de la fauna marina argentina. Se trata, en definitiva, de que el mural también tenga un fin didáctico”, señaló Ron, respecto de su nuevo proyecto artístico. “Es inmersivo porque la persona entra en el mural y participa como si fuese en un acuario. La idea es que el espectador tenga la misma sensación de estar bajo el agua. También destacamos su valor educativo, porque están representadas todas las especies marinas”, finalizó.
