La densa humareda que cubre la Ciudad de Buenos Aires se transformó en un tema de debate nacional. Perfil.com salió a la calle a averiguar cómo están haciendo los porteños para aguantar el humo y para saber a quien le endilgan responsabilidades por esta situación.
El Gobierno acusó a productores rurales de encender al mismo tiempo múltiples fogatas para quemar pastizales. Muchos prefirieron señalar la ineptitud de la autoridades para tomar cartas en el asunto y poner fin al fuego.
En plena Plaza de Mayo, cuando apenas se veía la Casa Rosada, los transeúntes manifestaron molestias para respirar e irritación en los ojos. Muchos, ni siquiera pudieron dormir. Los más perjudicados, los chicos y los alérgicos. Sin embargo, hubo quien dijo que el humo, en realidad, no molestaba. ¿Será la costumbre de vivir en una urbe contaminada?
A la hora de determinar quiénes tienen la culpa de esta situación, hubo muchos que criticaron a quienes iniciaron los incendio, aunque también se criticó a las autoridades.
"Es la revancha de la soja", dijo un muchacho. "Es absurdo echarle la culpa al campo", agregó otro. Un hombre contrapuso: "Los ruralistas tiene que dejar de quemar pasto". "Es una conspiración de Grondona", bromeó un joven oficinista. Y una turista ecuatoriana se lamentó: "No puedo tomar fotografías".
Un señor, cubriéndose con un pañuelo y con los ojos llorosos, señaló a la apenas visible Casa de Gobierno. "Ahí están lo que tienen la culpa", puntualizó. Pero para la mayoría, las responsabilidad por estos días ahumados es "de todos", que no tomamos las previsiones necesarias ni hacemos lo suficiente para solucionar los problemas.
