El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, se pronunció este lunes sobre los casos de abuso sexual en la Iglesia católica. En su homilía de apertura de la 117° Asamblea Plenaria del Episcopado Argentino exhortó a los clérigos a reconocer los pecados, a no encubrir denuncias y renovar estilos de vida y formación.
La reunión de obispos de todo el país –que se extenderá hasta el jueves 14– tiene lugar en la Casa de Ejercicios "El Cenáculo" en la localidad bonaerense de Pilar. Allí, Ojea compartió con sus colegas las experiencias vividas en la reunión con el Papa Francisco en la que los presidentes de diferentes Conferencias Episcopales del mundo analizaron la problemática de los abusos que pone en jaque a la Iglesia.
Se reúnen los obispos argentinos con el tema de los abusos en el centro de la agenda
"Debemos renovar de raíz estilos de vida y estructuras de formación que han hecho posible que germinara en algunos clérigos un sentimiento de superioridad y de dominio con respecto al pueblo fiel y que han facilitado que vivieran como si no tuvieran que dar cuenta a nadie de sus actos, en una situación de verdadera impunidad", sostuvo y agregó: "Tenemos que estar sumamente atentos para que no se creen entre nosotros estas condiciones que son favorecidas claramente por un clericalismo que ama las situaciones de privilegio y por la falta de una autentica austeridad de vida y de transparencia", dijo, y evaluó que "dominar y hacer sentir la autoridad por sí mismas son situaciones abusivas".
En su sermón inicial, Ojea llamó a "recorrer un camino de purificación" para erradicar "situaciones de abuso". Lo acompañaron monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, y monseñor Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina.
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Para el obispo de San Isidro, es "importante, esencial y urgente" para la Iglesia "no encubrir ni de lejos una denuncia que amerite una investigación para proteger a los menores y a los adultos vulnerables". Pero aclaró que esto no basta y los sacerdotes están "llamados a ir más allá". Ojea remarcó que el Encuentro sobre la Protección de los Menores en la Iglesia –presidido por el Papa Francisco– puso al episcopado "delante del pecado y del drama de los abusos. Abusos sexuales que son también abusos de conciencia y que siempre parten de un abuso de poder".
Por último, señaló que "los abusos de poder en un sentido más amplio, unidos a los abusos sexuales antes mencionados, han contribuido a crear una actitud de rabia y enojo en muchos fieles, lo que, en palabra del Santo Padre, es una expresión de la Ira de Dios".
M.D.L/ D.S.