Lo que parecían ser unas vacaciones soñadas, terminaron de la peor manera para Elsa Margarita Barragán, una argentina de 73 años que murió el 28 de octubre luego de sufrir un paro cardíaco durante un viaje a Europa. Su familia logró tramitar la documentación para repatriar el cuerpo en una semana. Pero, la aerolínea perdió los papeles durante el vuelo de regreso a la Argentina y los restos quedaron varados en el Aeropuerto de Ezeiza.
La mujer, quien se encontraba con una su hija y dos nietos, sufrió una descompensación y ahí se produjo el deceso. En medio de la conmoción, sus familiares se ocuparon de los trámites para repatriar los restos. "Mandaron a mi mamá como si fuera una caja de zapatos, como si fuese una remera que le falta la etiqueta de la AFIP", manifestó la hija de la mujer, Andrea Bejanuel, en declaraciones a TN.com.ar
El hecho. Todo comenzó el pasado 28 de octubre, cuando la familia que se encontraba de vacaciones en Italia, decidió frenar en una estación de servicio a 30 kilómetros de Pietra Ligure. En ese lugar, Barragán se descompensó y pese a que la ambulancia rápido, no pudieron reanimarla y murió en el hospital Santa Corona.
Pese a dificultades con el idioma, y con poco respaldo del consulado, la hija de la fallecida logró tramitar el certificado de defunción y la documentación necesaria para poder repatriar el cuerpo. Para ello, se tuvo que quedar una semana en el pueblo en donde murió su madre hasta tener todo. El 8 de noviembre, los restos salieron desde el aeropuerto de Fiumicino en un vuelo de Alitalia. Andrea y sus hijos regresaron desde Barcelona, dado que no pudieron cambiar los pasajes por el gran costo económico que significaba.
El 9 de noviembre se enteraron que la aerolínea había extraviado la hoja de ruta con toda la documentación; y por tal motivo la Aduana argentina no podía permitir el ingreso de los restos al país sin los papeles.
"Se perdió todo. Desde Alitalia no nos dieron ninguna explicación. No sabían si los habían perdido en un trasbordo en Roma o en Buenos Aires. No nos quisieron atender el teléfono, nada", agregó la mujer en declaraciones al mencionado medio.
Desde ese momento, el cuerpo de la señora de 73 años está en un depósito de Ezeiza. Pero, su familia tampoco tiene muchos detalles sobre en qué parte está exactamente. "Está en su cajón de madera, recubierto por otro de acero soldado. Pero los empleados no saben qué hay adentro porque le falta la documentación", detalló la familiar.
Al no tener una respuesta de parte de la compañía aérea, Bejanuel se contactó con los consulados italianos y de este modo logró que el lunes pudieran volver a emitir los certificados originales. Pero, surgió una nueva complicación: la empresa de seguros que habían contratado, Universal Assistance, se negó a enviarlos en un vuelo directo, y a cambio les ofreció mandarlos por un "correo express", que tarda entre cuatro a cinco días."Solo quiero que descanse en paz", reclamó la hija, que aún espera que le den una solución a este problema.
F.D.S./FeL
