La cantautora y escritora María Elena Walsh, símbolo de la literatura y la música para niños y con reconocimiento internacional, murió hoy a los 80 años en un sanatorio del barrio porteño de Palermo, donde estuvo internada durante el último mes a raíz de una prolongada enfermedad.
Fuentes de la Sociedad Argentina de Autores y Escritores (SADAIC) dijeron a DyN que los restos mortales de Walsh serán velados desde las 15 en el hall central de la sede principal de la entidad, situada en la calle Lavalle 1547, del centro porteño.
Walsh, nacida en la localidad bonaerense de Ramos Mejía el 1 de febrero de 1930, creó temas que forman parte del cancionero popular infantil, como "Manuelita", personaje llevado luego al cine como dibujo animado en 1999 por Manuel García Ferré y adaptado también al teatro por otros artistas.
La compositora grabó por primera vez esa canción para el álbum "Doña Disparate y Bambuco" (1962), cuando formaba parte del dúo folklórico conocido como Leda y María, que integraba junto a Leda Valladares, con quien mantuvo también una relación sentimental.
Las cantantes apuntaban a un público infantil con temas que marcaron la infancia de varias generaciones, como "La vaca estudiosa", "El Reino del Revés", "La mona Jacinta", "Milonga del hornero", "La Pájara Pinta", "Canción del estornudo", "Canción del jardinero", y la "Canción de la vacuna", todas de autoría de Walsh.
Ambas se exiliaron en los '50 en París y realizaron varios espectáculos folclóricos en varias ciudades del mundo, además de realizar con éxito en el Teatro Municipal General San Martín de Capital Federal el musical para niños denominado "Canciones para mirar".
El dúo se separó en 1963 y la cantautora continuó la línea orientada a los niños, convirtiéndose en la principal compositora de música infantil del país, aunque sin abandonar la creación de temas dirigidos al público adulto, con énfasis en la justicia social, el feminismo y el pacifismo.
Entro otros, interpretaron temas de Walsh Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat y el Cuarteto Zupay, entre otros. En 1985, fue designada por el entonces presidente Raúl Alfonsín como integrante del Consejo para la Consolidación de la Democracia, donde se desempeñó hasta 1989.
Walsh protagonizó una polémica en 1997 cuando cuestionó la extensión de un ayuno prolongado de docentes enrolados en la CTERA, quienes reclamaban la sanción del proyecto de ley de Financiamiento Educativo en medio de la famosa Carpa Blanca, que estaba instalada frente al Congreso.
En 1985 fue nombrada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y, en 1990, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Córdoba y Personalidad Ilustre de la Provincia de Buenos Aires, entre otros numerosos galardones.
