El asesinato de Matthew Charles Gibbard, el millonario turista británico de 50 años que fue atacado por motochorros en la puerta del Hotel Faena de Puerto Madero, en diciembre de 2019, despertó una enorme conmoción.
A dos años del caso, trece presuntos integrantes de la banda comenzaron a ser juzgados por el crimen, pero el supuesto autor material soltó una frase insólita en la primera audiencia: "No se de qué se me acusa", aseguró.
Ángel Lozano Azuaje, más conocido como “Cachete”, es venezolano y fue detenido días después del homicidio en la provincia de Salta, cuando aparentemente buscaba escapar de de Argentina. El sospechoso había ingresado de manera ilegal al país por un paso clandestino de San Ramón de la Nueva Orán, en el norte salteño.
"Cachete" es de Caracas, la capital de Venezuela y la ciudad más poblada de ese país. Había trabajado como DJ en bares y eventos privados y tenía un hijo de dos años cuando fue arrestado por el crimen del turista.
Según las fuentes, las pruebas recolectadas en la instrucción lo señalan como el autor material del asesinato. La más importante, por ejemplo, tiene que ver con los registros de las cámaras de seguridad de la zona, en las que aparentemente se lo ve empuñando un arma de fuego.
En la indagatoria, el supuesto tirador dijo que "no tenía conocimiento" sobre los hechos de los que se lo acusa y sólo se limitó a explicar cómo ingresó al país y por qué aparentemente planeaba salir días después.
"Cachete" aseguró que llegó el 4 de diciembre de 2019 y un día después se alojó en un hotel la ciudad a Buenos Aires. ¿Por qué regresó a Salta? Según dijo, se tomó un micro porque le llegaron “rumores” de que “agentes de Inmigración” iban a ir al lugar, lo que le preocupó porque -reconoció- no había ingresado a la Argentina de forma legal.
A su turno, declaró Anailuj Yesenia Aguilar Tovar, quien también negó cualquier vinculación con el homicidio. Entre otras cosas contó que le alquiló su moto a una persona que se la "devolvió de manera imprevista" antes del plazo que habían firmado en el contrato y que "ni siquiera le reintegró las llaves".
Quién era Matthew Gibbard, el turista británico asesinado en Puerto Madero
En la primera audiencia, además, ocurrió una situación insólita. Fue cuando la presidenta del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°17, Silvia Guzzardi, interpeló a uno de los trece acusados, un hombre que se presentó como José Manzo Tortolero. Le dijo que, vía Interpol, habían enviado sus huellas dactilares a Venezuela para determinar su verdadera identidad, y que los datos no coincidían: el verdadero Manzo Tortolero, en realidad, no vivía en Venezuela sino con su familia en Miami, Estados Unidos.
Tras esto, el imputado sostuvo que en realidad se llama Carlos José López Sánchez y aportó otro número de identificación y una fecha de nacimiento distinta.
El crimen de Matthew Gibbard
La víctima fatal, que era propietaria de una importante empresa constructora en el Reino Unido, había llegado a la Argentina junto a su mamá, su esposa, su hijo y su nuera, pero no tuvieron tiempo de conocer la ciudad. A las 11 de la mañana del 14 de diciembre de 2019, antes de realizar el check in en el hotel de la calle Martha Salotti al 400, fueron abordados por dos motochorros: el hombre murió de dos disparos y su hijo resultó herido.
Para los investigadores del caso, "Cachete" formaba parte de una organización transnacional que tenía como objetivo robarles a personas que ingresaban al país por el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, a quiénes “marcaban” y seguían desde allí hasta su destino, generalmente dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el ataque contra el turista inglés, el acusado habría actuado junto a Luis José Lozano León, Aly José Ramos Ladera, Carlos José López Sánchez y otras personas que hasta el momento no pudieron ser identificadas.
Los turistas subieron a una combi que los acusados siguieron en dos autos y una moto. Ya en la puerta del Faena, "Cachete" -que según la acusación viajaba como acompañante en uno de los autos- se les acercó con un arma y les exigió que entregaran sus valijas y relojes. Las víctimas resistieron. Según la investigación, hubo un forcejeo que llevó a que el acusado gatillara varias veces, antes de finalmente herir de muerte al empresario.
Gibbard recibió dos tiros en su espalda que le causaron la muerte mientras que a su hijo le dispararon en la pierna izquierda, lo que le produjo una fractura expuesta lateral del fémur.
"Cachete" enfrenta una acusación por los delitos de “homicidio agravado ‘criminis causa’, homicidio agravado ‘criminis causa’ en grado de tentativa-, robo doblemente agravado y asociación ilícita".
La banda habría operado, por lo menos, entre noviembre y diciembre de 2019. “Se encontraba organizada funcionalmente y con reparto de tareas claramente establecido, con permanencia en el tiempo y acuerdo previo”, se indicó en el requerimiento de elevación a juicio.
Otros ataques cometidos por "Cachete"
El primer hecho que se le atribuye a la banda de "Cachete" ocurrió el 12 de noviembre de 2019, a las 9.50 de la mañana, cuando al menos diez de los imputados asaltaron a un turista en el ingreso al Hotel Intercontinental, ubicado sobre la calle Moreno al 800. Le sacaron un bolso Luis Vuitton, una computadora, un Ipad y dos cadenas con dijes de oro, entre otras cosas.
Dos semanas después, el 26 de noviembre, “marcaron” a otro hombre que se dirigía al Hotel Hilton. Lo cruzaron entre dos autos y dos motos en la salida desde la Autopista 25 de Mayo hacia la Avenida Huergo y le robaron una computadora marca Dell, un reloj, un Ipad, 300 euros y 500 coronas danesas, además de otros objetos de valor, según el detalle difundido por el sitio fiscales.gob.ar.
La "brutal" confesión de uno de los detenidos por el crimen de las turistas argentinas
El 28 de noviembre, tras seguir desde el sector de arribos internacionales a un hombre que se dirigía hacia Retiro, cinco de los acusados (junto con otras personas que hasta el momento no pudieron ser identificadas) asaltaron con armas a un turista en el hall de acceso de un edificio de Avenida Del Libertador al 400. En este caso se llevaron un reloj marca Rolex modelo GMT Master II y una cadena de oro de 18 kilates.
Según la acusación, la organización criminal “actuaba bajo un reparto de tareas”. Mientras que un grupo se dedicaba a realizar el robo, los otros imputados aportaban los autos que muchas veces usaban para interceptar a las víctimas, asaltarlas y escapar en cuestión de segundos.