Un equipo de investigadores descubrió en los restos del Titanic lo que podría ser un collar de oro hecho con el diente de un tiburón megalodón. El objeto fue identificado gracias a imágenes tomadas por la empresa Magellan Ltd.
El hallazgo se realizó mediante dispositivos sumergibles, controlados de forma remota, los cuales pasaron más de 200 horas inspeccionando a lo largo y ancho de los restos del naufragio. Allí, tomaron más de 700 mil capturas, que luego se convirtieron en un escaneo en movimiento.
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Gracias a ello, la compañía ha notado una forma distintiva que aseguran que se asemeja a un diente de megalodón, un tiburón prehistórico de gran tamaño. A su vez, en una inspección más cercana se dieron cuenta que se trataba de un collar.
Richard Parkinson, director de Magellan, describió el hallazgo como “asombroso, hermoso e impresionante”. Además, remarcó en conversación con ITV News: “Encontramos un diente de megalodón que tiene la forma de un collar, es increíble, es absolutamente increíble".
Hasta el momento, no se han logrado identificar los objetos que rodean el colgante, aunque parece estar cerca de una colección de pequeñas figuras en forma de anillos. De igual manera, un acuerdo entre el Reino Unido y Estados Unidos impide que se recuperen los objetos del naufragio.
¿El collar tiene un diente de megalodón?
El primer motivo por el que los investigadores consideran que el collar tiene un diente de megalodón es por su tamaño, ya que se sabe que el tiburón extinto era uno de los peces más grandes que jamás haya existido.
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De igual manera, no está claro cómo Magellan pudo identificar el diente en el colgante como el del animal prehistórico. Catalina Pimiento, paleontóloga de la Universidad de Swansea, que se especializa en tiburones, dijo que es difícil saber si se trata o no de un diente de megalodón sin otros objetos identificables a escala.
"El diente parece tener un 'cuello', que es el área más oscura entre la corona del diente y la raíz", dijo la especialista a MailOnline. Y añadió: "Pero debido a que la imagen es de tan baja calidad, es difícil ver si este es el caso".
“Son, por supuesto, muy grandes, pero también se pueden encontrar dientes de individuos muy jóvenes, que pueden ser pequeños, o de la parte posterior de la mandíbula”, finalizó Pimiento.
Por su parte, Michael Benton, profesor de paleontología de vertebrados de la Universidad de Bristol, dijo que “es más probable que sea un diente de un tiburón moderno que un fósil”. Y agregó: “Los dientes de megalodón cubren tu mano”.
Al igual que los miles de artículos personales encontrados en el naufragio, se desconoce el dueño original del collar, aunque por el valor que pudo haber tenido, es probablemente que haya sido de un pasajero de primera clase.
La empresa Magellan ahora planea usar inteligencia artificial para identificar a los dueños de los objetos, y contactar a los antepasados de las 2200 personas a bordo del Titanic cuando se hundió.
La IA estudiará las antiguas imágenes de los pasajeros, centrándose en sus rostros y la ropa que vestían cuando abordaron el barco, días antes de que el Titanic chocara contra el iceberg en la noche del 14 de abril de 1912.
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La investigación del Titanic
Las imágenes que permitieron hallar el collar con el diente de megalodón provienen de una investigación que busca esclarecer lo sucedido en 1912 a través de una reconstrucción completa en 3D del Titanic.
En las reconstrucción, se observa que el naufragio no es una pieza única sino que está dividido en dos partes. Por un lado, la sección de la proa, que es reconocible al instante, ya que conserva su característica forma en V, con barandillas oxidadas en la cubierta y el ancla ubicada a un costado.
Por otro lado, se encuentra la popa, que ya no preserva sus características. La parte trasera es una masa retorcida de metal, con las cubiertas aplastadas unas sobre otras, causadas por el golpe del barco cuando tocó el fondo del mar.
A pesar de que se conservan detalles del Titanic, el mar está deshaciendo los restos del naufragio y se calcula que para dentro de 40 años ya no quedará nada de él. Las expediciones corren a contrarreloj para poder terminar de comprender cómo ocurrió este reconocido accidente.
RV / ED