A más de 15 días del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, la instrucción de la causa que investiga la muerte del joven a manos de un grupo de rugbiers empezó su tercera semana. En este marco, el fiscal general de Dolores a cargo de la causa, Diego Escoda, aseguró a que buscarán que el juicio oral se realice en un plazo de un año. "El período de la investigación penal preparatoria tiene un plazo de cuatro meses, pero puede ser prorrogado hasta diez meses. Yo calculo que en esta investigación, con la prueba reunida, no va a tardar tanto tiempo", afirmó Escoda en declaraciones a Radio Mitre.
"Estaríamos hablando de una aspiración o un objetivo de la fiscalía que al año estemos en condiciones de tener el juicio oral en esta causa", agregó. El fiscal dijo que el expediente ya acumula ocho cuerpos y que se anexarán nuevas testimoniales. Además, sostuvo que la etapa de instrucción que arranca este lunes será "de reflexión de información de pruebas que ya fueron presentadas" y marcará el inicio de la "etapa de compaginación de las pericias".
En este contexto, la investigación continúa y este lunes 3 febrero dos discos extraíbles serán entregados en el marco de la causa. Los dispositivos tienen cerca de cinco terabytes de información obtenida de los 10 teléfonos celulares secuestrados a los rugbiers detenidos por el crimen, informaron fuentes de la investigación.
Crimen en Gesell: el fatal club de la pelea
Voceros detallaron a la agencia Télam que los discos fueron llevados esta mañana a la sede de la Unidad Funcional de Instrucción 6 (UFI 6) de Villa Gesell para ser entregados a la fiscal Verónica Zambo. Los artefactos fueron analizados por expertos de la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA), con sede en la Escollera Norte de la ciudad de Mar del Plata.
Además de extraer los cerca de cinco terabytes de información, los efectivos la analizaron y discriminaron la de mayor relevancia para la causa, explicaron las fuentes. Según reveló el sitio Infobae podría haberse realizado un hallazgo parcial: dos altas fuentes confirmaron a ese sitio que al menos uno de los rugbiers filmó el ataque contra Fernando Báez Sosa en alta resolución.
Una fuente de la causa explicó a Télam que la extracción de datos incluyó información de la mensajería de texto, Wathsapp, capturas de pantalla y videos, incluso que hayan podido ser eliminados. Con esta tarea concluyó por el momento la labor de ese equipo técnico policial, ya que ahora será la fiscal quien analice la prueba en el marco de la causa por el homicidio ocurrido el 18 de enero último frente al boliche "Le Brique".
El Papa se comunicó con los padres de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en Villa Gesell
Para obtener esos datos, los expertos de la PFA utilizaron tres dispositivos de extracción de datos (Ufed), dos de los cuales fueron sumados especialmente para este caso desde la Ciudad de Buenos Aires. Las fuentes aseguraron que los equipos más difíciles de desbloquear, por “el grado de encriptación” que poseen, eran los Iphone pero que todos ellos fueron abiertos.
Entre ellos se encuentra el Iphone 3 negro que pertenece a Máximo Thomsen (20), uno de los acusados de ser coautor del homicidio, y quien decidió no entregar la clave de acceso, al igual que los otros rugbiers. Los otros cinco celulares de la misma marca pertenecen a Lucas (18) y Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20) y Juan Pedro Guarino (19), cuyo equipo “7 Plus”, de color negro, tiene la pantalla astillada y una funda de los All Blacks.
Los peritajes incluyen también al Motorola G4 Plus de Enzo Comelli (19), quien fue señalado por testigos como uno de los que golpeó a Báez Sosa, un Huawei perteneciente a Blas Cinalli (18), y el Huawei BLL23 gris con funda negra y pantalla astillada de Ciro Pertossi (19), el otro rugbier imputado como coautor del homicidio.
El único del grupo cuyo celular no fue localizado ni en el domicilio ni en los dos autos estacionados en la finca allanada fue el de Ayrton Viollaz (20), uno de los acusados de ser "partícipe necesario" en el crimen. La fiscal Zamboni y un equipo de analistas de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) gesellina intentarán analizar imágenes, conversaciones o elementos que puedan precisar el grado de intervención o no de cada uno de los rugbiers imputados por el crimen.
AB/FeL