SOCIEDAD
tambien especulan con un proyecto inmobiliario

Planean reducir a la mitad el campo de golf público en Palermo

Hoy, el predio es utilizado solo por 3 mil personas por semana. Quieren que pase a integrar el parque Tres de Febrero, que se colapsa sábados y domingos.

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Privilegiada. La ubicación del predio es en medio de una de las zonas más costosas de la Ciudad. Ocupa 36 ha en los bosques de Palermo. | AI.

Es uno de los legados históricos, deportivos y patrimoniales de Buenos Aires. Pero el Campo de Golf municipal es, a su vez, uno de los espacios verdes de la Ciudad que menos disfrutan los porteños. Atento a esta circunstancia, el gobierno evalúa reducir su superficie de 36 hectáreas y transformarlo en un área pública.

Entre las alternativas que se analizan en los despachos de la sede de Parque Patricios y en otras sedes ministeriales, la que más consenso tendría es la que consiste en sumar esas hectáreas al parque Tres de Febrero y transformarlo en un espacio verde abierto al público. Otra de las posibilidades que se barajan sería la de comercializar esas tierras e impulsar allí desarrollos inmobiliarios y de servicios, teniendo en cuenta que es una de las zonas mejor cotizadas de la Capital Federal.

Si bien la idea no es nueva, cuando Mauricio Macri fue jefe de Gobierno porteño analizó esa posibilidad. Pasado el tiempo, en las últimas semanas la iniciativa tomó impulso. Y la situación puso en estado de alerta tanto a los golfistas como a los empleados municipales y a los caddies que allí prestan sus servicios.

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El Campo de Golf de la Ciudad de Buenos Aires está ubicado a cuatro kilómetros del Centro porteño y cuenta con un circuito de 18 hoyos distribuidos en las 36 hectáreas que conforman el predio y que antiguamente pertenecían al parque Tres de Febrero. Si bien es la cancha más reconocida, y donde jugaron golfistas como Roberto de Vicenzo, Vicente Fernández, Angel Cabrera y Eduardo Romero, no es el único. En Villa Lugano se encuentra el campo José Jurado, que también tiene 18 hoyos, pero que está concesionado a un privado.

En relación con los valores que se manejan en el predio de Palermo, jugar los 18 hoyos cuesta unos $ 300 los fines de semana y feriados. Mientras que de lunes a viernes, la tarifa ronda los $ 200. Allí puede practicar cualquier persona sin obligación de tener handicap oficial emitido por la Asociación Argentina de Golf.

“La mejor alternativa es achicar su superficie a nueve hoyos y el resto transformarlo en un espacio verde y abierto al público. Los fines de semana, los bosques de Palermo explotan de gente, mientras que muy poca disfruta de un espacio como es el del golf”, aseguró a PERFIL una fuente cercana al gobierno porteño. “Hay que tener en cuenta que entre sábados y domingos cerca de 200 mil personas disfrutan del parque Tres de Febrero, mientras que del golf, unas 3 mil por semana. Además, ninguna ciudad del mundo tiene dos campos de golf en su territorio. Con uno alcanza y sobra”, sentenció la fuente consultada.

Proyectos. Más allá de las intenciones del Ejecutivo, para que el proyecto prospere deberá contar con la aprobación de la Legislatura porteña, ya que se afectan tierras de dominio público (ver aparte).

“La idea apunta a un desarrollo inmobiliario que contempla un hotel cinco estrellas frente al Lawn Tennis, y áreas gastronómicas. De un campo de 18 hoyos van a dejar nueve y un driving (lugar para practicar golpes). Para practicar golf solo quedarán el driving de Costa Salguero y la cancha José Jurado, que está en la otra punta de la Ciudad”, aseguró un profesor de esa disciplina deportiva.

Desde Augusta (EE.UU.), Mike Lesson, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Golf, aseguró a PERFIL que están dispuestos a aportar su conocimiento y experiencia en la materia. “Comprendemos que el espacio debe ser más aprovechado por el público en general. Lo ideal sería aplicar un modelo similar al de los campos de golf como el de Saint Andrews (Escocia) o el de Punta Carretas (Uruguay), que los fines de semana son abiertos al público. Es una buena manera de preservar el campo y que los vecinos disfruten del lugar”,  sostuvo el directivo.

Por su parte, el secretario general del Sindicato de Caddies, Gonzalo Castaño, señaló que “desmantelar el campo de golf va en detrimento del deporte, de torneos solidarios, de su escuela para niños y jubilados, de programas para niños con capacidades diferentes y de fuentes de trabajo especializado. Hemos conversado con diferentes golfistas, y todos coinciden en que es una locura lo que quieren hacer. Quieren ampliar el espacio público y con lo único que nos vamos a encontrar es con un negocio inmobiliario y de gastronomía”, señaló el referente sindical.

Por último, Castaño afirmó que el gremio está dispuesto a resistir el plan del gobierno. “Dialogaremos con distintas asociaciones del barrio y ONGs para llevar adelante un plan de acción legal y de resistencia pacífica en el espacio público. Vamos a defender nuestra profesión y el espacio público”, concluyó.

Como en el ex Warnes

Para poder llevar adelante un proyecto que implica la modificación del espacio público, el procedimiento se hace a través de un proyecto de ley que debe presentarse en la Legislatura porteña, ser aprobado por mayoría, de doble lectura, y la realización de una audiencia pública.

Este fue el procedimiento que utilizó el Ejecutivo porteño para la modificación de la norma urbanística de la Isla de la Paternal, el predio donde antes funcionaba el Albergue Warnes. Allí se habilitó la construcción de un emprendimiento inmobiliario que plantea modificaciones en una zona residencial para permitir la construcción y autoriza una variedad de usos comerciales y otros servicios.

Si bien los vecinos rechazaron la medida y propusieron una alternativa, la ley se sancionó con 34 votos positivos y 23 negativos. n

Otros modelos a seguir

Más allá de su imponente catedral, la ciudad de St. Andrews, en Escocia, se caracteriza por tener la mejor cancha de golf del mundo.

En este sentido, Mike Lesson, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Golf, contó a PERFIL que “los días domingos está abierto al público en general. Allí la gente va y arma un picnic tradicional sobre el césped. Es un modelo que se podría aplicar en el campo de Palermo. El mejor ejemplo se dio en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en los que miles de personas atiborraron los parques y nadie rompió nada. Si bien el campo de golf quedó afuera, la gente caminó y disfrutó de los bosques de Palermo. Creo que si la gente ve algo cuidado, como puede ser una cancha de golf, lo va a cuidar”.

Una situación similar se da en el campo de golf de Punta Carretas, en Montevideo, que forma parte de un parque público. “En este caso –según explica Lesson–, desde el domingo al mediodía la gente puede caminar por la cancha y, a su vez, disfrutar del espacio público sin problemas”.