Poco a poco la presencia de las mujeres que integran las filas de la Policía de la Ciudad se hace más fuerte y van ganando terreno en las calles y avenidas porteñas, cumpliendo las mismas funciones que los hombres en todos los escalafones de la fuerza. Su presencia va desde el cumplimiento de tareas de prevención en la vía pública hasta ocupar los principales cargos.
La muestra más clara de esta situación se dio a fines del año pasado cuando, por primera vez, el 51% de los cadetes egresados del Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) fueron mujeres. Según datos del Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad en 2019 egresaron 1.088 efectivos de los cuales, 774 fueron mujeres. La tendencia se viene registrando año tras año. En 2017, por ejemplo, de los 1.088 egresados, 422 fueron mujeres, es decir, el 38%. Mientras que en 2018, el 43% de los egresados del ISSP fueron chicas. Un total de 803, respecto de los 1.844 cadetes que salieron de las aulas del instituto de formación policial.
Las razones de este particular fenómeno, al punto de ser la única fuerza de seguridad en el país en la que el 14% de su plana mayor es personal femenino, hay que buscarlas tanto en la vocación de servicio que tienen las chicas como en la posibilidad de crecer y desarrollarse profesionalmente en el organismo. Otro incentivo, quizá, tenga que ver con la remuneración que perciben los oficiales cuando se reciben. Según informaron desde la sede ministerial, un efectivo recién egresado percibe entre 45 mil y 50 mil pesos al mes.
“Es una situación que tiene que ver con una amplitud real y concreta de darle a la mujer el espacio que le corresponde. En este sentido, se decidió implementar políticas y estrategias por la igualdad de género que acompañan tanto al desarrollo profesional como personal del personal femenino”, señaló Marcelo D’Alessandro, secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad. “Las mujeres vienen aplicando tanto en la capacitación para la conducción de los cuerpos como para la formación de oficiales. Sienten que tienen las mismas condiciones que los hombres para cumplir funciones en todos los cuerpos de la fuerza u ocupar cargos de relevancia”, agregó.
Mujeres policías armaron una red para visibilizar abusos en la fuerza
La Policía de la Ciudad está compuesta por 25.974 efectivos en total, de los cuales 7.147 son mujeres. Entre ellas, 117 ocupan cargos jerárquicos. En este sentido se destacan las comisarias generales, Gloria García Blanco, al frente de la Superintendencia de Violencia de Género; y Ana María Molina, al frente de la Superintendencia de Investigaciones. El Centro de Monitoreo Urbano (CMU), en tanto, es dirigido por la comisaria Raquel Cesanelli. El cuadro de jefas de alto rango lo completan comisarias mayores; comisarias inspectoras; comisarias, subcomisarias, principales e inspectoras.
Más allá de los cargos jerárquicos, las chicas también integran los cuerpos de grupos especiales tanto como fuerzas de choque e intervención táctica, de investigaciones y negociación para situaciones con rehenes. Pero también forman parte de los equipos de violencia de género, en lo que respecta a toma de denuncias como de violencia familiar, escuadrón antibombas, cuerpos motorizados y caninos.
Uno de los equipos creados en la Policía de la Ciudad es la Unidad de Infantería Femenina (UIF), una fuerza de contención especialmente preparada para situaciones como manifestaciones o piquetes con mujeres al frente.
La otra cara de la Bonaerense: más del 40% de los policías son mujeres
En la Bonaerense están cerca de ser mayoría
Leonardo Nieva
Los números en la Policía Bonaerense también reflejan un cambio de paradigma: cuatro de cada diez efectivos son mujeres, y lo llamativo es que la brecha se acorta año tras año.
Según datos del Ministerio de Seguridad de Buenos Aires, el 42% del personal es femenino.
La Bonaerense es la fuerza de seguridad que más agentes tiene en la Argentina, con más de 90 mil efectivos en actividad. Unos 40 mil son mujeres con presencia en distintas áreas de la fuerza. Sin embargo, el avance del personal femenino no generó grandes cambios en la cúpula, que sigue siendo mayoritariamente masculina y a cargo de un hombre, el comisario general Daniel Alberto García, que está al frente desde diciembre pasado.
Según las fuentes consultadas por este diario, la preparación que recibe el personal de la policía provincial no hace distinción de sexo. La única diferencia con los hombres es que algunas oficiales de calle utilizan una pistola 9 milímetros más liviana: Bersa Thunder ultra compact.
Este tipo de armamento fue adquirido por la fuerza provincial hace más de diez años para ser entregado a las nuevas egresadas, de acuerdo con un trabajo realizado por Sabrina Calandron en el libro Género y sexualidad en la Policía Bonaerense.
