Están los que no salen de sus casas, ni se casan, ni se embarcan, y también están los que prefieren hacer caso omiso a las supersticiones o incluso les dan el significado contrario. Sea como sea, lo cierto es que el martes 13 es un día que no pasa inadvertido para nadie.
El origen de este miedo popular surge a partir de creencias religiosas, mitológicas y leyendas históricas, pero hasta ahora, no hay ningún estudio que pueda justificar las extremas precauciones que genera esa fecha.
Desde la Antigüedad, el número 13 estuvo cargado de connotaciones negativas por distintas razones. La tradición bíblica cuenta que en la Última Cena había doce apóstoles y Jesús. Las interpretaciones posteriores identifican a Judas Izcariote, quien traicionó a Jesús, como el número 13. También en la religión cristiana apuntan al libro del Apocalipsis, que en su capítulo 13 habla del Anticristo y la Bestia de siete cabezas y diez cuernos.
La Cábala judía, por su parte, enumera a 13 espíritus malignos, al igual que las leyendas nórdicas. También una leyenda escandinava cuenta que, según la misma tradición, en una cena de dioses en el Valhalla, Loki, el espíritu del mal era el decimotercer invitado. En el Tarot, este número hace referencia a la muerte y a la desgracia eterna.
Respecto a la elección del martes, la explicación viene de la mano de la mitología romana, que tenía a Marte como dios de la Guerra y por lo tanto representa la destrucción, la sangre y la violencia. La deidad dio nombre al planeta del sistema solar, al día de la semana y al mes de marzo.
La mezcla de ambas creencias hace que para muchas personas se convierta en un mal día y para algunos el miedo es tan grande que hasta existe un nombre para designar a la fobia: trezidavomartiofobia.
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