Lo primero que hay que tener en cuenta, tanto para un incendio como para una inundación, es que las políticas de prevención son clave, y que las respuestas deben ser inmediatas. En la Argentina es necesario contar con un sistema de alertas, como en otros países. En España, por ejemplo, durante la época seca se instalan torres de observación con estudiantes que permanentemente vigilan los bosques. Finlandia tiene aviones de observación sobrevolando las zonas forestales: ellos aseguran que es más barato tener un avión observando que enfrentar los daños que ocasiona un incendio.
El cambio climático significa que hay que volver a revisar todo lo que se sabe de una región. Significa más inundaciones en zonas húmedas y más sequías en zonas secas, tal como sucede ahora en el país. Hay que replantearse el cambio climático como una política de Estado. En Córdoba, por ejemplo, hubo una gran desforestación, que afectó el suelo. Además, se trabaja sobre la lluvia histórica y no sobre la expectativa de cómo serán las lluvias que vendrán.
Hace falta calcular de otra manera, porque estas tormentas se producen a partir del cambio real de temperaturas en el mundo.
*Profesor (UBA), especialista en cambio climático.
