Mario Roberto Segovia, el hombre apodado como el "Rey de la Efedrina", que está acusado de ser el mayor proveedor de dicha sustancia a los carteles de droga mexicanos, fue procesado por el Juzgado de Campana en la causa que lo investiga por la importación, producción y comercialización de estupefacientes y se le dictó prisión preventiva.
Asimismo, según consta en el procesamiento al que tuvo acceso Perfil.com, se le trabó un embargo sobre sus bienes por 10 millones de pesos por encontrarlo en prima facie responsable de los siguientes delitos:
-"Guarda de materias primas para producción o fabricación de estupefacientes";
-"Producción, fabricación, extracción o preparación de estupefacientes, comercio con estupefacientes o materias primas para su producción o fabricación";
-"Introducción al país de materias primas destinadas a la fabricación o producción de estupefacientes";
-"Organización y financiación de cualquiera de las actividades ilícitas a que se refiere el artículo 5 de la Ley 23.737";
-"Facilitación de un lugar para que se lleve a cabo alguno de los hechos previstos por los artículos anteriores, con el agravante de haber intervenido tres o más personas organizadas para cometerlos, como así también el contrabando de estupefacientes (artículos 5.a.b.c; 6, 7, 10 y 11.c de la Ley 23.737; artículos 865.a y 866 del Código Aduanero y 45 del Código Penal), en concurso real (artículo 55 del Código Penal), en calidad de jefe, financista y organizador".
El rey de la efedrina. Exportador de bananas o proveedor de DVDs truchos, esas eran las dos profesiones con las que Segovia decía que se ganaba la vida. Mal no le iba: durante un allanamiento, la Policía encontró en su casa de Rosario, además de una compleja cocina de drogas sintéticas, un Rolls Royce Phantom blindado (el único de la ciudad), una lujosa Hummer, relojes Rolex, y lingotes de oro. Su abultado patrimonio también incluía una mansión de Fisherton y un departamento de Puerto Madero, y más.
Todo esa fachada se vino abajo cuando la Policía lo detuvo en un operativo conjunto con la SIDE el pasado 23 de noviembre en aeroparque. Segovia se aprestaba a subir a un vuelo hacia Iguazú, junto a su primo Sebastián, quien sufrió la misma suerte que él en la causa. La información que brindó el ministro de Seguridad tras el operativo fue contundente: Segovia trasladó en los últimos dos años más de 8 mil kilos de efedrina, cuyo valor ascendería a 30 millones de dólares en el mercado mexicano, su principal destino de venta.
Junto a Segovia quedaron procesados y detenidos Mario Segovia, su primo Sebastián Sogovia, Hernán Segovia, Salvador de la Cruz Acuña y Alberto Domínguez Martínez. A su esposa, Gisela Itati Ortega se le dictó el procesamiento pero sin prisión, mientras que no hubo pruebas para demostrar la vinculación de Daniel Bocchi y Roberto Guerini, por lo que quedaron libres por falta de mérito.