Uriel Romano, rabino y politólogo, cuestionó el estrecho vínculo del presidente electo, Javier Milei, con el judaísmo luego de que se difundieran imágenes del referente de La Libertad Avanza participando de la ceremonia Havdalah junto al rabino David Pinto Shlita, un estudioso de la Cábala, enseñanzas esotéricas medievales del misticismo judío.
"Cómo judío y argentino quiero decir que me da un poco de miedo la estrecha relación (pública y mediática) de nuestro nuevo presidente con el judaísmo. Sé que a muchos judíos les gusta y lo ven como algo positivo, a mi me preocupa", manifestó vía X (ex Twitter) y abrió un "hilo" para explicar su postura.
Así, comenzó: "En lo personal pienso cómo me sentiría yo como judío si mi presidente católico, evangelista, musulmán en la Argentina haría tan público su adhesión a su religión, usaría versículos de los Coran para sus discursos o cruces en los actos de campaña. No me sentiría muy cómodo...".
"No me gustaría mucho que el presidente electo de todos los argentinos utilice su religión de manera mediática. A nivel personal, cada político puede creer en lo que desee, su uso mediático creo que es problemático", agregó Romano, aunque señaló que no cree que se trate de una "maniobra política" y aclaró: "Creo que realmente @JMilei encontró en el judaísmo algo que le apasiona, rituales y una tradición del texto que disfruta".
También manifestó que "la exhibición del judaísmo y su 'alineación' con el presidente de turno será un nuevo motor del antisemitismo". "A los antisemitas no hay que darles excusas, siempre van a odiar. Sin embargo, creo que esto los va a potenciar, avivará a un sector dormido del antisemitismo católico y creará una nueva ola de nuevos antisemitas", advirtió.
Luego, amplió: "Existirá también el riesgo de la tergiversación y un recorte de lo judío de lo que hace/predica/muestra Milei. Esto no es culpa de él ya que todos hacemos un recorte de nuestra cultura/religión".
"Su lectura puede ser diferente a la mía pero ambas están dentro del judaísmo...Sin embargo, en tiempos de redes sociales, recortes periodísticos, tergiversaciones mediáticas, ignorancia general, poca capacidad de comprensión de la gente, esto puede ser un cocktail explosivo", sostuvo.
En este sentido, Romano concluyó: "A título personal aún no convencido, quiero que Milei sea el mejor presidente para todos los argentinos y que pueda sacar a la Argentina adelante elevándola material y culturalmente. Ojalá que mis temores sean infundados".
Quién es Uriel Romano
Uriel Romano, quien cuestionó al presidente electo por su vínculo con el judaísmo, es un rabino y politólogo nacido en 1989 y criado en Buenos Aires, en el barrio de Colegiales. "Mis años noventa fueron el reflejo de un judío promedio y de un argentino de clase media promedio", asegura en su biografía.
Romano cursó sus estudios primarios en un colegio judío, primero llamado "Emanuel" y luego "Arlene Fern", hasta que en 2001 fue de vacaciones con su familia a Estados Unidos, donde se quedaron a vivir en la ciudad de Weston y donde cursó un año y medio de secundaria, hasta que regresaron al país e ingresó a la institución ORT Argentina.
"Al terminar la secundaria me quería ir un poco de este lugar y como siempre el judaísmo tenía una respuesta: Israel", expresó y relató que allí descubrió que su futuro "estaba ligado al Am Israel, al pueblo judío y a la educación", por lo que regresó a Argentina y se inscribió en la carrera de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales.
Asimismo, Romano complementó su formación en 2007 anotándose al Seminario Rabínico Latinoamericano, donde estudió más de 7 años y trabajó con diversas instituciones de la comunidad. En paralelo, durante casi 3 años viajó una vez por mes a una comunidad del interior del país a dirigir los servicios de Shabbat y a dar clases.
El rabino y politólogo trabajo durante dos años en la escuela de la comunidad Bet-El, instruyendo a jóvenes y adultos de la kehilá. Además, en muchas ocasiones viajó al exterior para dar clases o asistir a conferencias en países como Estados Unidos, México, Ecuador, Chile, Uruguay, Paraguay e Israel, y durante dos veranos argentinos dio clases y realizó una pasantía rabínica en una comunidad en el distrito neoyorquino de Queens.
En 2015 Romano se casó y junto a su pareja comenzó un año de estudio en Israel. Ambos volvieron a Argentina para que él recibiera la ordenación rabínica por el Beit Din (tribunal rabínico) y luego regresaron a Nueva York, aunque tras tener a su tercer hijo se repatriaron, donde viven en una comunidad joven en la localidad bonaerense de Nordelta.
Saltó una regla del Shabbat por dos horas para ver un partido del Mundial
Más allá de sus cuestionamientos al presidente electo de Argentina, Romano ya se había vuelto conocido en diciembre de 2022, cuando se encontraba viendo el Mundial de Qatar y alentando a la Selección Argentina desde Miami, para lo que tuvo que "romper una regla" del Shabbat, séptimo día de la semana judía dedicado a la oración y la desconexión total.
"Sé que a muchos les parecerá una pavada siquiera la discusión. Sé que a otros les parecerá ridícula y blasfema mi opinión pero acá va: quien es Shomer Shabbat (observante) no mira la televisión en Shabat", explicó el rabino y señaló que "el aspecto técnico halájico de porqué estaría prohibido es problemático si uno mira las fuentes ya que de estar prohibido es apenas una prohibición de segundo grado de origen rabínico".
Luego, remarcó: "Mirar la tele en Shabbat no es como prender fuego, salir de compras, construir algo, ponerse a sembrar...uno podría encontrar si quiere la vuelta halájica para mirar la tele en Shabbat (como tantas otras cosas). La más sencilla: un timer".
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"Encuentro que abstenerme en el Shabbat de entrar a Internet, ver mis emails, estar con mi celular (...), me ayuda a desconectarme del mundo, de la hiperconectividad y demás. Pero muchas veces hay excepciones a la regla o hay momentos en los que esa abstención de la tecnología podría preocuparnos", aclaró luego en diálogo con Infobae.
Así, concluyó: "Cuando no hay vuelta tratamos de buscar soluciones creativas para hacer la excepción a la regla. En mi caso, tiene que ver con ver este partido y luego sigo mi Shabbat. Antes y después es como siempre. Uno no es más santo por no ver un partido del mundial en Shabbat. No hay que martirizarse por esas cosas".
AS./fl