Quiénes son y cómo viven los ultra millonarios

Si usted tiene un millón de dólares, no se sienta sólo: hay otros 10 millones de personas en el mundo que están en su misma situación. Si a esa suma le agrega algunos ceros, pertenecerá entonces al (aún más) exclusivo club de los mega rich, unos 1.062 magnates cuya fortuna asciende a más de mil millones de dólares (U$S 1.000.000.000).

¿Quiénes son estos nuevos ultra ricos? Empresarios que se enriquecieron en pocos años y gracias a la globalización, en mercados emergentes como China, India, América Latina, o en países productores de petróleo. De hecho, cuatro de las ocho personas más ricas del planeta son indios, y la segunda riqueza mundial está en manos del mexicano Carlos Slim. Hay también 18 brasileños y cuatro chilenos en el ranking, según la revista Fortuna .

"Es el reino sin complejos del éxito y del dinero", define el economista estadounidense Robert H. Frank, autor del libro Luxury Fever. Es que vivir sin apuros es muy cómodo, empezando por casa: pregúntele al jeque Hamad bin Jassem bin Jabor al-Thani, viceprimer ministro de Qatar, que pagó U$S 230 millones por un departamento de 1.800 m2 con terraza frente a Hyde Park.

“No existe un departamento más caro en el mundo”, argumentó el arquitecto Richard Rogers, que está construyendo One Hyde Park. Se trata de un complejo para ultra millonarios que incluirá, entre otros lujos, paredes y vidrios blindados, un sistema de ventilación que difunde aire purificado, un spa en cada departamento, un equipo de seguridad integrado únicamente por ex comandos del cuerpo de élite SAS y hasta panic rooms.

Los mega rich tampoco ahorran a la hora de decorar sus propiedades, en especial con obras de arte: el magnate ruso Roman Abramovich, dueño del equipo de fútbol londinense Chelsea, pagó U$S 86,2 millones por un tríptico de Francis Bacon y otros U$S 34 millones por una mujer desnuda de Lucien Freud.

Para ir de una mansión a otra, los ultra ricos pueden elegir entre varios medios de transporte. El príncipe saudita Al-Walid bin Talal bin Abdul Aziz Al Saud, por ejemplo, tiene dos ejemplares idénticos de cada modelo de Rolls Royce, uno para él y otro para sus guardaespaldas. Como si fuera poco, hace un año compró un Airbus A380 de U$S 300 millones para reemplazar el modelo anterior A340. Aún así, conserva su Boeing 747 personal, con el interior decorado por Hermès.

Si quieren navegar y los tradicionales yates no son lo suficientemente relajantes, la nueva moda entre los mega rich son los submarinos, como el Phoenix 1000, de 454 metros cuadrados (U$S 56 millones). Y si no quieren recorrer el cansador camino entre el aeropuerto y su mansión en auto, pueden optar por un helicóptero de Eurocopter, que ofrece modelos decorados por Hermès a U$S 30 millones. Lo que se dice una vida estresante.

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