Hace tiempo que el barrio San Rudecindo de Florencio Varela perdió la calma. Una fuerte disputa entre bandas narcos disparó una espiral de violencia que es cada vez más intensa. Los vecinos, que viven ajenos a esta guerra, ya habían advertido que todo terminaría de manera trágica. Y así fue. Esta miércoles 11 de agosto, a las 9 de la noche, hubo un tiroteo infernal que dejó tres muertos y un nene de 12 años herido de bala.
Entre las víctimas fatales hay una joven de 18 años que quedó en medio de esa pelea entre bandas antagónicas. Se llamaba Milagros Paola Saavedra. Y murió en brazos de sus padres.
La chica recibió un disparo en la espalda cuando se encontraba en las calles Ciudadela y Laguna de Iberá, a pocos metros del puente del Arroyo Las Conchitas. Según fuentes policiales, llegó por sus propios medios a su casa, donde desgraciadamente falleció antes de ser asistida.
En el barrio la gente vive con miedo. No es para menos. Los peritos de la Policía Científica, que trabajaron en la escena, levantaron 54 vainas servidas de 9 milímetros y un cargador del mismo calibre, una muestra más que evidente de lo que fue el enfrentamiento.
Parte de la disputa quedó registrada por la cámara de seguridad privada de una casa. El video es en blanco y negro. Y de baja calidad. Se escuchan los disparos y apenas se ve como pasa un grupo de personas.
Los policías de la Comisaría 4ta de Florencio Varela, que atendieron los llamados desesperados de los vecinos, arribaron a la zona cuando el tiroteo había concluido. En la misma cuadra donde fue herida de muerte Milagros, se toparon con el primer cuerpo sin vida. Era Matías Larrosa, un adicto de 32 años que vivía en las calles 1° de Mayo y Aconquija, a unas diez cuadras del lugar donde encontró la muerte. Llevaba entre sus ropas veinte envoltorios de cocaína. Y presentaba una herida de arma de fuego en la espalda.
A unos pocos metros, estaba el cadáver de un joven de unos 30 años que todavía no pudo ser identificado. En las calles Ruy Díaz de Guzmán y Ancasti, asistieron a otro chico de 25 años, identificado como Guillermo Aguirre. Tenía una herida en el hemitórax derecho. Una ambulancia del SAME lo llevó hasta el Hospital Evita Pueblo, donde quedó en observación y fuera de peligro.
El padre del herido declaró que su hijo es "soldado de los que manejan la venta de droga" en la zona. Carlos, uno de los hermanos de Milagros, aportó datos de los supuestos narcos que participaron del enfrentamiento. Dijo que se los conoce como "Yaka" y Tadeo, y que ambos son de nacionalidad paraguaya.
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Horas después, los investigadores del caso tomaron conocimiento de un segundo herido de bala: un nene de 12 años que había ingresado a la guardia del hospital de Berazategui con una herida de arma de fuego en el hombro izquierdo. Por suerte, su estado de salud no reviste gravedad.
Su papá, según el testimonio que brindó el hermano de Milagros, formaría parte de uno de los bandos. "Es otro soldadito que se encarga de vigilar e informar cuando la Policía recorre el lugar", apuntó Carlos.
“Estamos solos, nos dejan librado a estos pibes que son violentos. Mis hijos tienen miedo y yo también”, reconoció esta mañana una vecina del lugar, en declaraciones al sitio Infosur.
Sobre los agresores, solo se informó oficialmente que están trabajando para identificarlos y ponerlos a disposición de la Justicia lo más rápido posible.