Los trabajadores de la confitería Richmond acordaron con sus ex propietarios la modalidad de cobro de una deuda salarial y las correspondientes indemnizaciones tras el cierre del local concretado esta semana, según informaron fuentes del Ministerio de Trabajo.
El acuerdo incluye el levantamiento de la toma del local de la calle Florida, aunque una guardia de tres o cuatro miembros del sindicato gastronómico se mantendrá en el lugar para garantizar que se cumplan los términos del entendimiento.
Los antiguos dueños del tradicional bar se comprometieron a depositar en las cuentas de los trabajadores la suma equivalente a la deuda salarial y las indemnizaciones.
En los últimos tiempos, una mala administración del local terminó con su historia. Según relató el diario La Nación, su personal había disminuido de 50 a 10 en los últimos meses. Y la caída de la demanda era muy grande, en parte, por el mal servicio de cocina y repostería. La mayoría se enteró del cierre cuando llegaron el domingo y encontraron que el local había sido vaciado por sus dueños durante la madrugada del sábado.