Hamburgo - Cuarenta años después de la muerte del Che Guevara, el canal público de televisión alemana ARD emite un programa especial que aporta nuevas informaciones sobre el final de su vida.
Bajo el título Fotografía instantánea del Che, se exhibirá mañana un documental de Wilfried Huismann, ganador del Premio Grimme, el más prestigioso de la televisión alemana, que demuestra que en torno a la muerte de Che Guevara sigue habiendo un gran halo de misterio.
En la producción televisiva, de 45 minutos de duración, todo gira en torno a la famosa foto en la que el Che posa junto al principal artífice de su captura, Felix Rodríguez. En ese documento fotográfico el Che se muestra sumiso frente al orgulloso comisario de la CIA.
El trasfondo de la foto parece ser el mensaje: aquí se ve al fracasado guerrillero, al que ha sometido un todopoderoso enemigo. Sin embargo, el periodista de investigación Huismann está convencido de que la foto es una falsificación, un montaje realizado por Rodríguez, quien en su opinión se atribuyó una fama que no le corresponde, pese a haber rastreado la pista de Che Guevara hasta dar con él en las montañas de Bolivia.
La opinión del fotomontaje es corroborada en la película por Dino Brugioni, uno de los expertos en fotografía más renombrados de Estados Unidos. La diferencia en las sombras y las líneas de demarcación entre Guevara y Rodríguez apunta a esa dirección. También el piloto que llevó en helicóptero al Che Guevara hasta la localidad de La Higuera, donde fue ajusticiado, confirmó esta sospecha. "Esa foto nunca se hizo", recalcó. Según aseguró, el Che sólo escupió a la cara de Rodríguez y le dijo que no hablaría con traidores. Por el contrario, el capturador relató que ambos discutieron de forma razonable pero que él no pudo evitar su ajusticiamiento ya que los bolivianos no querían un juicio internacional.
El guerrillero Dariel Alarcón, "Benigno", compañero de camino del Che, hoy de 68 años, considera que el comportamiento descrito por el pioloto es propio del que solía tener el Che. Según se explica en el documental, este guerrillero sobreviviente huyó 3.000 kilómetros por Sudamérica y a su regreso a Cuba, donde había luchado en la revolución de 1959 antes de seguir al Che hacia el Congo y Bolivia, se hizo miembro de un comando secreto que intentaba acabar con la vida de Rodríguez, residente en Estados Unidos.
Sin embargo, con el paso de los años entre el comandante Benigno y Rodríguez se fue trabando una amistad y Alarcón creyó la versión del comandante de la CIA sobre el final del Che.
Para realizar este documental, durante un año, Huismann investigó en Bolivia y Estados Unidos. Varios testigos militares bolivianos no se atrevieron a prestar testimonio ante la cámara de televisión por temor a "la maldición del Che". Cuatro militares entonces involucrados en el asunto han muerto bajo circustancias misteriosas. "A uno le entra un miedo por esa maldición, que todavía puede sentirse", indicó Huismann.