Si es infiel y no quiere que lo descubran, no use celular

Juan B., de 35 años, acaba de terminar con ocho años de matrimonio. En realidad no terminó, dice, sino que lo terminaron su mujer y celular. Es que, “en un descuido estúpido”, relata, dejó su celular en su cuarto mientras se bañaba, y su mujer, “que ya sospechaba”, descubrió un mensaje de su amante.

Cuando se trata de infidelidades del Siglo XXI la clave está en estar atentos al celular: no olvidarlo y, cuando la situación así lo requiera, activar el modo silencioso o vibrador, para que su pareja no note si llama el tercero en cuestión; borrar todo y cada uno de los mensajes de texto, y no despegarse, nunca pero nunca, del aparato.

Las indicaciones las da Romina, de 25, que cuenta que ya tiene “cancha” en el asunto, pero no porque ella sea infiel, sino porque sospecha de su pareja, con quien convive. “Es evidente, llega a casa y apaga el celular, nunca deja un mensaje en la carpeta de enviados, se va a bañar y se lo lleva al teléfono con él porque dice que quizás lo llamen del trabajo y se enoja si me descubre con su teléfono cerca”, cuenta, resignada.

Para descubrir una infidelidad hoy, en efecto, “el celular es determinante”, explica el investigador privado David Giovine, de DG Investigaciones. Y agrega: “Es un elemento a favor de una agencia de investigación, porque es muy fácil de descubrir conversaciones raras y conseguir el detalle de llamadas de ese celular y, a no ser que el infiel sea tan precavido que tenga dos celulares, es muy fácil de descubrirlo”.

Desde la agencia de investigadores Infocon, reconocen que en la mayoría de los clientes que piden que se investigue una infidelidad fue porque su pareja descubrió “llamadas o mensajes extraños en su celular”. Mientras que Alan, otro investigador privado, señala que al menos un 50% de los casos de infidelidad que le piden averiguar surge de personas que empezaron a sospechar al descubrir mensajes de texto sospechosos. “Sobre todo se da en la franja de parejas que tienen entre 20 y 40 años”, asegura.

Los abogados de familia lo confirman. Muchos de los casos de divorcio hoy son a causa de una infidelidad descubierta a través del celular o del e-mail de su pareja, sobre todo entre matrimonios menores de 40 años. “Es una de las formas más fáciles de comprobar la infidelidad, que luego llevan al divorcio de común acuerdo o contradictorio”, explica el abogado de familia Osvaldo Ortemberg. Y dice que para este último caso, incluso, el celular puede ser un elemento más de prueba para demostrar ante el juez un adulterio como causa de divorcio.

Con ello coincide la abogada Mariela Roldán y afirma que “ha crecido mucho el uso del celular como elemento de evidencia de una infidelidad entre matrimonios que se divorcian”. También dice que si el juez lo dispone puede, incluso, hasta librarse oficios a las compañías celulares para que envíe un informe de las llamadas y mensajes de texto de uno de los cónyuges.

Las peripecias de los infieles con los celulares no son nuevas. Ya en 2003 una investigación publicada por una de las compañías más importantes de detectives privados italianos señalaba que casi en el 90% de los casos las relaciones extra matrimoniales se descubrían "por culpa" de los teléfonos celulares.

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* De la redacción de Perfil.com