Desmelenado, ojeroso y con mirada fiera, un hombre canoso y de galera estrellada empuña el índice acusador contra el lector y le da una orden: “Te quiero a ti para el Ejército de los Estados Unidos”. Y sin dar más explicaciones, instruye dirigirse al “puesto de reclutamiento más cercano”.
Esa imagen, diseñada en azul, rojo y blanco –como la bandera de Estados Unidos- inspiró varias sesiones de debate en el Congreso de ese país, hasta que finalmente se decidió aceptar al representado, Sam Wilson, como “el padre del símbolo nacional de los Estados Unidos, el Tío Sam”.
Sam Wilson vivía en la ciudad de Troy, en el estado de Nueva York, y era carnicero de mediana edad cuando consiguió que el estado lo contratara para enviar comida envasada a los combatientes del norte del país.
Todos lo conocían como “uncle Sam” (tío Sam), a tal punto que la carne envasada en barriles, que enviaba al norte por barco, llegaba con la firma de sus iniciales U.S. (no como S.W., de Samuel Wilson).

Para los soldados en la Guerra de 1812 fue muy fácil hacer chistes con la coincidencia entre las iniciales del despachante y el dueño del despacho, United States of America. Esa confusión terminó convirtiéndolo en ídolo popular, ícono de Estados Unidos y finalmente inspirador de campañas nacionales e innumerables "memes" precursoras de las que hoy entendemos como tales.
Tío Sam, carnicero e ídolo popular
La Guerra de 1812 –así llamada- enfrentó a Estados Unidos con Gran Bretaña cuando el país del Norte intentó invadir una zona angloparlante de Canadá, para expandir su economía en nuevos territorios. Los pobladores originales no estaban de acuerdo con la ocupación yankee y se pusieron del lado de los británicos.
Así las cosas, de esa confrontación en suelo norteamericano, Samuel Wilson, que había nacido en Arlington, Massachusetts en 1766, supo sacar sus buenas tajadas vendiendo carne de U.S. para la soldadesca.

Aunque la Guerra de 1812 culminó en 1815, el Tío "Uncle" Sam Wilson se convirtió en una imagen pública recién en 1852, dos años antes de que falleciera en 1854 y fuera enterrado en el cementerio Oakwoods, de Troy, donde su tumba aún lo recuerda.
Con todo, ya en 1816 apareció el primer registro literario de la voluntaria o involuntaria asociación Uncle Sam-United States en la publicación The Adventures of Uncle Sam in Search After His Lost Honor, de Frederick Augustus Fidfaddy.
Si bien el carnicero se sintió halagado, nunca imaginó que “su rostro” terminaría siendo sinónimo del patriotismo bélico estadounidense y él mismo, involuntario progenitor del símbolo nacional de la primera economía del mundo.
Tío Sam, ícono de Estados Unidos y precursor de memes
El cartel que llegó hasta nuestros días fue diseñado en 1916 por el artista James Montgomery Flagg y se publicó en la edición de Leslie’s Weekly del 6 de julio de 1916.
Sin embargo, su rotunda fama y fisonomía actual se la dieron Thomas Nast y los dibujantes de Punck Magazine, al añadirle rasgos del presidente Abraham Lincoln.
Un año más tarde, la portada de Punck Magazine se reutilizó para la convocatoria nacional de enrolamiento en la Primera Guerra Mundial.

Guerras Mundiales hubo un largo camino recorrido por Tio Sam, convalidado por el Congreso de EE.UU en 1961.
“Es un símbolo de los mejores ideales de los Estados Unidos. Representa la libertad, igualdad y justicia y, sobre todo una Nación, bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos”, se citaba en la sesión parlamentaria de 1961 que consagró el ícono de Tío Sam, quien en su vida jamás soñó con el tercio de esos honores.
El cartel de Flagg fue una muy poco disimulada remake de otro poster de 1914 que también personalizaba la convocatoria bélica a la población británica: “¡Británicos, [Lord Kitchener] los necesita. ¡Únete al ejército de tu país! Dios salve al rey”, en referencia a Jorge V, abuelo de la recientemente fallecida reina Elizabeth II.
Desde entonces, la popularidad del Tío Sam nunca dejó de multiplicarse. Apareció en varios comics (Quality, DC Comic, etc), dibujos animados (Uncle Sam’s Adventures), el emblema de la agrupación The Freedom Fighters (Luchadores por la Libertad), el logotipo que identifica al equipo de béisbol New York Yankees, en un vengador del honor estadounidense en la película Uncle Sam (1997), ambientada durante la Operación Tormenta del Desierto y una canción de rock, U.S. Blues, del grupo Grateful dead, por solo citar un puñado de homenajes post mortem.


Tío Sam fue el carnicero Samuel Wilson
Además del lugar de nacimiento en Menotomy (actual Arlington) y de su tumba en el cementerio de Troy, puede sumarse otro hito al tour “Uncle Sam, de carnicero a símbolo patrio” visitando la segunda vivienda de la infancia de Samuel Wilson, en Mason, New Hampshire.
Samuel Wilson era hijo de un escocés que había nacido en Greenock. Samuel tenía un hermano, Ebeneezer, y ambos se mudaron a Troy en 1789, para trabajar en la carne. En 1797, Samuel se casó con Betsey Mann, de Mason, y se la llevó a vivir a Troy. Tuvieron cuatro hijos y vivieron en una casa sobre la calle Ferry.
Otra teoría con menos adeptos es la que asegura que el apodo Sam para referirse a los Estados Unidos llegó con los inmigrantes irlandeses, y que sería el acrónimo de Stáit Aontaithe Mheiriceá, que se tradujo del gaélico como United States of America.
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