SOCIEDAD
no se arreglaba desde 2016

Trabajan en recuperar el Obelisco, que celebrará este mes sus 85 años

Además de la limpieza y reacondicionamiento de sus cuatro caras, las obras incluyen la puesta a punto de las rejas y sus alrededores.

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Mantenimiento. Debieron retirar los líquenes que crecían entre las partes del monumento porteño. | gza. MEPHU

Por estos días, el Obelisco, ícono máximo de Buenos Aires y la postal más retratada por quienes visitaban la Ciudad, se encuentra en plena etapa de restauración y renovación de sus cuatro caras. Se presume que los trabajos estarán listos durante la primera quincena de mayo, dependiendo de las condiciones climáticas y la coyuntura de la pandemia actual de coronavirus y abarcan, además del reacondicionamiento de las fachadas, la restauración y puesta en valor de las rejas que lo rodean a través de un tratamiento especial (decapado) del metal.

Las últimas tareas de mantenimiento integral fueron realizadas en 2016, cuando el Obelisco fue sometido a un proceso de hidrolavado en sus cuatro caras por la celebración de los 80 años de su construcción. Si bien la idea era restaurarlo el año pasado, las condiciones impuestas por las distintas fases de la pandemia retrasaron los trabajos del monumento diseñado por el arquitecto Raúl Prebisch e inaugurado en 1936, en conmemoración del cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires.

Desde ese año hasta mediados del mes pasado, cuando empezó la restauración, el deterioro del Obelisco fue más que evidente. En sus cuatro caras se veían líquenes que brotaron, tanto en las ranuras que forman los bloques de concreto como en buena parte de la base del tradicional punto de encuentro de manifestaciones y celebraciones deportivas.

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En diferentes partes de su estructura, también se notaban vestigios de humedad, que llegaron a dañar el revoque, a formar las clásicas manchas o a levantar la pintura. Mientras que en el caso de la reja que protege al monumento, colocada para evitar daños en su estructura, también presentaba visibles señales de deterioro y falta de mantenimiento.

Según explicaron desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, los trabajos se dividieron entre los que se hicieron estrictamente sobre la fachada del Obelisco y los que se realizaron sobre la reja que protege al mismo.

En el caso de las fachadas del monumento, se hizo un trabajo de hidrolavado de toda la estructura. En este caso, se utilizó una manguera con agua a presión para limpiar la estructura y eliminar los residuos presentes (que pueden ser restos de tiza y otros elementos orgánicos e inorgánicos). También se retiró la vegetación (líquenes) y revoque mal adherido.

Tras estas tareas preliminares, el pasado 21 de abril comenzaron los trabajos de pintura. En este caso, se realizó una primera mano de pintura que incluyó un porcentaje de pintura antigraffiti, un material que protege la superficie de futuras manchas, de fácil lavado y resistente a los cambios de clima. Tras este trabajo, se esperaron siete días corridos para su secado.

Luego, se realizará una segunda mano de pintura que consta de un látex acrílico (pintura color Piedra París) en sus cuatro caras. Y en la totalidad del escudo se aplicará una pintura esmalte.  El tercer paso incluye una laca a modo de protección en las letras bajo relieve.

De acuerdo con lo que explicaron desde esa cartera ministerial, los trabajos fueron llevados adelante por la Cámara de Empresarios Pintores y Restauraciones Afines de la República Argentina (Ceprara) bajo la supervisión del GCBA.

“Es importante recuperar el esplendor de uno de los grandes símbolos de la Ciudad que en mayo cumple 85 años”,  dijo Clara Muzzio, titular del Ministerio de Espacio Público.