El pasado 18 de noviembre encontraron un cuerpo enterrado en un descampado cercano a la localidad de Inriville. Ayer, el Instituto de Medicina Forense de Córdoba confirmó que los restos óseos hallados corresponden a Mariela Bortot, una mujer oriunda de ese lugar que había desaparecido en enero de 2014.
Mariela Bortot, madre de dos hijas, trabajaba en dos comercios de la localidad de cuatro mil habitantes de Inriville al momento de desaparecer. La mujer de 40 años fue vista por última vez el 25 de enero de 2014, cuando salió a caminar por las afueras del pueblo. No se llevó documentos ni dinero y sólo tenía uno de sus dos celulares.
Los restos de Bortit pudieron ser localizados gracias al testimonio de Juan Ramón Rodríguez, un jornalero de 38 años que se encuentra preso por abuso sexual con acceso carnal en la cárcel de Villa María.
El hombre declaró que el día de la desaparición de la mujer la vio caminando por el campo en el que estaba trabajando junto a un policía retirado, al que identificó como Jorge Orellano. Rodríguez expresó que horas después pasó por el lugar y vio tierra removida y una mano que sobresalía del lugar.
Los investigadores llevaron el 18 de noviembre a Rodríguez hasta el lugar que refería, y allí hallaron los restos de la víctima mortal. Por las piezas odontológicas y una prótesis en el hombro derecho determinaron con alto grado de certeza que los restos hallados corresponden a Bortot, explicó el Instituto de Medicina Forense de Córdoba.
El acusado por el jornalero, el policía Orellano, estuvo preso pero fue liberado en julio de 2014 por falta de pruebas, aunque pesa sobre él una imputación por privación ilegítima de la libertad. El fiscal Oscar Aliaga, por su parte, ordenará un cotejo de ADN de los restos óseos con los familiares de la mujer, y los resultados de esos estudios estarán en 20 días.
