Todas las mañanas millones de personas se despiertan, levantan, visten, desayunan –no siempre– y salen de su casa dispuestos a encarar el viaje cotidiano hacia su trabajo. Lo hacen, muchas veces, combinando varios tipos de medios de transporte. Ahora, una serie de encuestas, le ponen números y características a esos viajes.
Por lo pronto, parece que el tiempo “invertido” para ir y regresar del lugar de trabajo es realmente significativo: varía desde una hora y treinta y cinco minutos diarios que necesita un habitante promedio del AMBA, hasta los 59 minutos que se toman los residentes de la Patagonia. Todos estos datos se desprenden del Estudio Nacional de uso del tiempo, publicado por el Indec en octubre de 2022.
Claro que no solo es importante cuánto tiempo “gastamos” en esta actividad, sino también como se la aprovecha y se la “vive”. Conocer esos detalles fue el objetivo de otra flamante encuesta realizada por Adecco, una compañía especializada en consultoría de Recursos Humanos, que consolidó datos de 2.500 trabajadores de todo el país.
“Por nuestra actividad queríamos indagar más detalles sobre todo lo que rodea al mundillo laboral. Por eso lanzamos la encuesta”, le explicó a PERFIL Nicolás Postiglioni, gerente de marketing de la empresa. “¿Qué es lo que más llamó la atención? Varias cosas, pero especialmente el grado de agotamiento con el que los consultados indican que llegan. Está generado por el mismo viaje y mencionan las demoras por cortes, huelgas y piquetes. Y también la inseguridad”. De hecho, en la encuesta de Adecco, casi cuatro de cada diez consultados (38,8%) afirmó: “Me siento inseguro al viajar”. Todo eso en un contexto, donde la tendencia laboral general que encontraron es el regreso a la presencialidad prepandemia y se está abandonando la idea de la extensión del trabajo remoto. A esto se le suma que la principal idea que tienen los usuarios para mejorar el sistema de transporte público (49%) se resume en “mejorarles la frecuencia de sus pasadas”.
Hoy los datos muestran que “todavía no hemos recuperado la cantidad de pasajeros que se desplazaban en las áreas metropolitanas antes de 2020” le contó a este medio Federico Poore, magíster en Economía Urbana y especializado en Ciencia de Datos. Y agregó: “sin embargo, vemos disparidad entre los medios de transporte”. Por ejemplo, mientras que la cantidad de gente que elige tomar colectivos ya se acerca bastante a la de 2019, en trenes urbanos y suburbanos, y también en subtes, hoy viaja entre el 70% y el 80% de la gente que elegía dichas opciones años atrás. “Y lo llamativo es que esa merma se explica –sobre todo– por el deterioro de la calidad del servicio, ya sea por escasa frecuencia o por la frecuente suspensión de formaciones debido a la falta de material rodante en condiciones u otros problemas de infraestructura”, aseveró el experto.
Esto explica que mucha gente siga prefiriendo moverse en autos particulares, pese a que para poder pensar una movilidad sostenible a futuro, especialmente en medio de una creciente crisis ambiental, lo ideal es no apelar al auto sino preferir medios de transporte públicos que son más eficientes. “Sin embargo”, explica Poore, “esto no está ocurriendo en Argentina, sobre todo por la falta de confiabilidad y regularidad que hoy muestra, en general, el transporte público”.
Medios de transporte
¿Cuáles son las formas elegidas para viajar hacia y desde el trabajo? La opción central es “Colectivos” (57%), seguidos por el “Auto” (26%). Luego se ordenan: “Tren” (14%); “Subte” (13%); “Caminando” (11%); en “Moto” el 8%; en “Bicicleta”, viaja el 6%; en taxi, Uber o similar se anota el 5%.
Y ¿dónde quedó el famoso Home Office? Bastante relegado: apenas el 12% de los trabajadores respondieron “Trabajo desde casa”, según detallaron desde Adecco.
Este punto sugiere otro tema preocupante en el rubro transporte. Poore lo explica así: “pese a que hay más Home Office, y se traslada menos gente que hace un par de lustros, igual percibimos un aumento notable de las congestiones de tránsito, especialmente en horarios “pico”. Eso es preocupante desde el punto de vista urbanístico”. Este dato se corresponde con otra respuesta de la encuesta de la consultora Adecco, en la cual el 66% de los participantes afirmó que “suelo viajar durante las denominadas horas ‘pico’”.
¿Qué explica esta tendencia al auto particular? Un fenómeno global: “el crecimiento de la oferta de transporte motorizado “privado”, sobre todo a través de las plataformas”. Originalmente creció en pandemia por razones lógicas, pero luego quedó culturalmente aceptado.
Mejoras pendientes
¿Qué medidas tomar para que más gente confíe y opte por el transporte público? “Ordenarlo. Los trenes, por ejemplo, están administrados por diferentes empresas y les falta mucha coordinación y una gestión operativa más profesional. También mejorar las frecuencias que están mucho peores que las que corrían hace dos décadas”, sugirió Poore.
En cuanto al subte “no creo que hoy la prioridad pase por extender la red sino por concluir otras obras de infraestructura y mejorar el material rodante que permitan optimizar lo que tenemos, incluyendo resolver definitivamente el tema del conflicto laboral por el tema asbesto”.
Respecto a los colectivos, el experto propuso reordenar las líneas y sus recorridos para adaptarlas a la demanda actual. “Para todo esto es imprescindible crear una Agencia de Transporte Metropolitana, un organismo capaz de coordinar y resolver en forma efectiva los conflictos y jurisdicciones”.
Trayectos con entretenimiento
Una de las preguntas de la encuesta de Adecco indagó acerca de qué hacen los viajantes durante esos largos minutos –más de una hora diaria– que los ciudadanos invierten, yendo y volviendo al trabajo. Según revelaron las respuestas, las actividades preferidas son escuchar música (64%) y leer (23%). Por otra parte, un 18% aprovecha para dormir, mientras que, de a poco, asoma una nueva forma de consumo cultural: el 14% escucha podcasts. Otro 13% aprovecha el viaje para estudiar. Un porcentaje significativo, alrededor del 10% de los encuestados, dijo utilizar su Smartphone para ver series o usar aplicaciones de juegos digitales. Y está el 12% que recordó que no lo usa en ese rato porque “trabajo desde mi casa”. Vale la pena recordar que esta pregunta de la encuesta de Adecco aceptaba respuestas múltiples.
¿Qué pasa con las bicicletas? Según Poore, su uso se ha ido consolidando lentamente. “Antes de la pandemia, se usaban en el 4 ó 5% de todos los viajes. En la cuarentena subió hasta ocupar el 10% de los movimientos diarios de la gente. Ahora, pasada la crisis, su uso se “estabilizó” en un 8% de los viajes diarios”. Y el experto resaltó un detalle: “mucha gente se queja porque ve que las bicisendas parecen “desiertas”. Pero eso muestra que funcionan bien y que su tránsito es fluido y seguro para el que la usa”.
