La policía de Mendoza no daba crédito cuando detuvieron el coche. Se trataba de un peugeot 504 que manejaba un menor, mientras que en el asiento del acompañante se encontraba su padre, alcoholizado.
El hecho ocurrió anoche, sobre las 20,15 en la intersección de las calles Sáenz y Pescara del departamento Maipú, en el conurbano de la capital mendocina. El automóvil fue interceptado durante un control de tránsito rutinario, según DyN.
"Fue detectado un Peugeot 504 por personal de seguridad. Les llamó la atención porque iba un niño de 11 años conduciendo el auto y determinan que el acompañante era el padre", relató el jefe de la Policía Vial de la provincia, Gustavo Becerra.
Aseguró también que "el padre admitió que no estaba en condiciones para manejar" y por eso decidió pedirle a su hijo que se pusiera al volante de su coche.
El imprudente padre, fue sometido a un control de alcoholemia que "dio un resultado de 0,87 gramos de alcohol en sangre", es decir, superior al 0,5 admitido para conducir un vehículo, por lo que la policía procedió a su detención.
Al igual que el padre, el niño "fue conducido en calidad de guarda, teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba el progenitor", explicó Becerra. Al final, llegó a la comisaría "una persona responsable para entregarle al niño".