Un niño de siete años murió ahogado en un canal de riego de la comuna cordobesa de Villa Dolores, al que cayó presuntamente dormido, según las primeras investigaciones de la policía provincial, informaron hoy fuentes de esa fuerza.
El hecho ocurrió el sábado pasado, a unos 180 kilómetros al oeste de la capital provincial, donde un matrimonio de apellido Pereyra y sus dos pequeños hijos tomaban parte de una fiesta familiar en un salón.
Cuando los niños de siete y 10 años se durmieron, sus padres los llevaron hasta su auto, un Peugeot 504, para que descansaran, en inmediaciones del lugar.
Al regresar el matrimonio al automóvil, no encontraron a Juan y tras una búsqueda inicial en las inmediaciones se le dio aviso a la policía.
Varios efectivos y baqueanos de la región participaron de la búsqueda, que se extendió hasta las 9 de ayer, cuando fue hallado muerto en el paraje Las Encrucijadas, a unos ocho kilómetros al oeste de Villa Dolores.
El cuerpo del chico, que tenía problemas de sonambulismo, presentaba varios golpes, como raspaduras en cara y brazos, indicaron las fuentes.
El caso quedó a cargo del fiscal Emilio Andruet, en tanto la policía investigaba si la caída del niño al canal ocurrió bajo los efectos del sonambulismo o si se encontraba lúcido.
Fuente: Télam