Una falla en una formación de la línea D del subterráneo porteño terminó con los pasajeros caminando solos en las vías en hora pico, tal como pudo atestiguar Perfil.com.
El tren partió de la estación 9 de Julio, recorrió unos metros y se frenó porque dos puertas no funcionaban. Los vagones estaban colapsados de usuarios y se había demorado en partir de la estación porque más gente intentaba subirse.
En el momento de la detención, el conductor le pidió a los pasajeros por los altoparlantes que se bajaran, por lo que recibió numerosos insultos.
Los pasajeros se resistieron a descender durante unos 20 minutos y cuando finalmente lo hicieron, y dada la multitud que estaba en las vías, empezaron a caminar rumbo a la estación Tribunales, en lugar de dirigirse hacia 9 de Julio.
Perfil.com no pudo encontrar en ese recorrido a personal de seguridad alguno. Sólo se encontraba el conductor, quien nervioso empezó a pedir ayuda técnica y de seguridad para contener a la gente que caminaba peligrando su vida.
En ese momento, apareció un tren que se acercaba en dirección contraria (rumbo al centro) y el conductor se encargó de avisarle que no siguiera adelante porque cientos de usuarios estaban bajando hacia las vías.
Cuando la gente aún no había terminado de descender, las puertas se cerraron de forma imprevista y golpearon a una mujer en la cabeza. Por eso, los pasajeros descargaron su bronca contra el conductor que se encontraba visiblemente desbordado por la situación.
Unos 15 minutos después apareció el primer agente de policía y empezó a indicarle a la gente que tenía que caminar hacia la estación 9 de Julio. Sin embargo, una docena de personas continuaron caminando solas rumbo a Tribunales.
Al final de la evacuación, los pasajeros fueron asistidos por trabajadores del subte y médicos del SAME, quienes reportaron un herido leve, informó DyN. Una delegada gremial de los trabajadores dijo Radio 10 que uno de los pasajeros sufrió un golpe en uno tobillo cuando salía del subterráneo.
