Su interlocutora fue la periodista Soledad Barruti, autora de “Malcomidos”, una investigación sobre los efectos de la tecnología alimentaria en el país.
Durante la entrevista, Shiva arengó al público, que colmó los dos pisos del auditorio: "La tecnología que se utiliza en los cultivos proviene de las guerras: los fertilizantes sintéticos vienen de los componentes de las bombas y las cámaras de gas". "Además, nos han inculcado una visión de guerra respecto a cómo vemos la biodiversidad. Todo insecto parece enemigo y hay que matarlo, y cada planta que no es commodity es maleza y hay que eliminarla", siguió.
Consultada por la posible coexistencia entre el modelo industrial de tecnología alimentaria y el de agricultura orgánica, Shiva aseguró que tal equilibrio es “imposible”. “El modelo industrial es ineficiente, en términos de energía, de ecología y económicamente, ya que utiliza diez veces más la cantidad de insumos que necesita para producir”, consideró.
Su visita a Argentina es una gran ocasión. El público, que hizo fila dos horas antes del evento, comentaba que estaban reunidos en la Facultad los “pesos pesados” del movimiento mundial contra los agrotóxicos. Es que Shiva nació en el valle de Doon, al pie del Himalaya, y estudió Física en India para luego pasar a ser una de las principales denunciantes de las corporaciones biotecnológicas a nivel global. “Tenemos que oponer resistencia a la propaganda y a la ignorancia que nos quieren vender como ciencia. Monsanto es uno de los que dedican millones de dólares a decirnos quiénes son verdaderos científicos”, denunció.
Consultada por el futuro que puede tener la agricultura ecológica, y por el movimiento de las Universidades de la Tierra -una red creada en 2014 para poner en contacto a instituciones que enseñan sobre Soberanía Alimentaria-, Shiva alentó la esperanza: “Estamos en un momento ideal, porque la conjunción de conocimientos milenarios y la actual conciencia ecológica es muy próspera. Hoy sabemos que lo que va del suelo a la planta, luego va a nuestra salud”, afirmó, a la vez que destacó el camino recorrido: “La agroecología no se suponía que iba a existir. Es un movimiento que la gente ha creado. Por eso tenemos que seguir juntos todos: los científicos, nutricionistas, trabajadores de la salud, mujeres y niños”.
En alza. Desde el Festival Internacional de Cine Ambiental (FINCA) cuentan que el público que asiste al festival aumentó notoriamente desde la primera edición, dos años atrás. “Empezó como algo chiquito y se va instalando. Este año tenemos 56 películas de 24 países, mesas debate, una muestra de fotografía y feria de reciclaje”, explican desde la organización del ciclo, que continuará hasta el miércoles.