SOCIEDAD

Una testigo no descartó que a Marita Verón la hayan podido vender a España

Blanca V dijo que la joven tucumana le confesó llorando su verdadera identidad y que poco después de esa charla despareció .

La declaración de la testigo protegida fue considerada clave por los abogados de Susana Trimarco.
| Telam

La declaración de la testigo protegida Blanca V fue considerada clave por los abogados de Susana Trimarco. La mujer dijo haber haber visto en dos oportunidades distintas a Marita Verón en el prostíbulo El Desafío y aseguró que la joven tucumana podría haber sido vendida a  España.

Blanca V concurrió a Tribunales después de recuperarse de una fuerte crisis nerviosa que sufrió como consecuencia de los tormentos de la explotación sexual que fue sometida.

Su testimonio que estaba previsto para comienzos del mes pasado, se suspendió  por prescripción de los médicos psiquíatras que la atienden, que autorizaron su comparencía siempre y cuando el tribunal resguarde el estado de su  salud mental, para lo que recomendaron que la audiencia se lleve a cabo sin público y sin la presencia de los imputados, que siguieron las alternativas a través de una pantalla televisión en una sala contigua.

 La testigo contó que el padre de su hijo, la obligaba a ejercer la prostitución en la zona del parque 9 de julio y que su situación empeoró cuando fue vendida por $2000 al prostíbulo riojano El Desafío, propiedad de la madama Liliana Media y sus hijos Gonzalo y Chega Gómez. Fue allí cuando vio por primera a Marita Verón.

A la hora de describir a Marita contó que tenía el pelo teñido y una cicatriz en el estómago, dato, que fue considerado importantísimo por la querella, ya que según confiaron esa cicatriz era producto de la cesárea que se había realizado para dar a luz a su hija Micaela : "Marita era la esposa del Chenga y cada vez que se producían operativos era sacada del lugar. Ahí me enteré por las otras  chicas que la policía la andaba buscando".

Luego de un tiempo en El Desafío, Blanca logró escapar por un ventiluz de un baño, pero su libertad duró poco, ya que después de declarar que había visto a María Verón en El Desafío fue secuestrada y trasladada nuevamente a La Rioja, donde el Chenga Gómez la amenazó que la iba a matar por lo que había dicho. Fue durante ese cautiverio cuando se reencontró con Marita Verón, quien le confesó llorando su identidad y le dijo que extrañaba mucho a su hija Micaela y a su madre.

Días después de ese dialogo, la cocinera de El Desafío le dice que tenga cuidado, porque iban a trasladar a algunas chicas a España. “Esa noche cuando salí a trabajar al salón, me percaté que faltaban chicas, entre ellas Marita, aunque no  pude comprobar fehacientemente que la hayan trasladado a España”.

La carta que nunca llegó. Blanca contó que con la ayuda de un camionero logró escapar por segunda vez junto a tres compañeras más, entre las que se encontraba Paola, quien traía una carta de Marita para su familia. Pero un control policial a la salida de La Rioja, terminó con la detención de sus compañeras, que fueron devueltas al Desafío, por lo consiguiente  esa carta nunca llegó: “Yo me salvé de ser detenida, porque iba escondida debajo de la cama del camión. Luego me enteré que a Paola la habían asesinado”.

La contundencia de su testimonio, hizo que los abogados de los imputados buscaran constantemente contradicciones con su declaración en la Instrucción, a los fines de invalidar su testimonio, que será fundamental cuando los jueces evalúen las pruebas para dictar sentencia.

(*) Especial para Perfil.com