La historia de Yonopongo, el pueblo tucumano que no tiene plazas ni iglesias

Yonopongo es una localidad que, de acuerdo a una lugareña, comenzó a ser frecuentada desde hace seis años por distintas personas para contar el origen de su curioso nombre. Ubicada al sur de San Miguel de Tucumán, tiene menos de tres mil habitantes y la mayor parte de su vida social se desarrolla en un club que tiene más de 100 años. 

“Nosotros acá nos consideramos conocidos y para el resto también”, resume desde el pueblo tucumano Myriam Cruz, habitante del lugar y secretaria del club 25 de Mayo respecto de la percepción que se tiene de  Yonopongo.

El lugar está ubicado a la vera de la Ruta Nacional 38, en la comuna de León Rouges y dentro de la localidad de Monteros, al sur de la capital provincial. Cruz asegura que lo que prima allí es la solidaridad y desarma el prejuicio de su significado. “El nombre del pueblo es sagrado. Acá donde tenemos que poner el hombro estamos”, le dijo a Jorge Pizarro en Mejor Ahora por Radio Rivadavia. 

Luego se explaya hablando de dos historias que fueron pasando de boca en boca, como en las sociedades antiguas, para explicar por qué se llama así. “Hay varias versiones. Una es que el lugar no tenía nombre y la gente del gobierno fue a ponérselo al lugar. Entonces era como que ninguno quería ponerle el nombre. “Yo no pongo”, decían y bueno, quedó  ese nombre”, contó primero. 

“Otra es que el cauce del río Pueblo Viejo no era tan ancho, entonces la gente  que tenía los terrenos tenía que ceder  una parte para hacerlo más ancho. En una reunión tenían que decir quien lo ponía y los vecinos decían “yo no pongo” y bueno...", agregó. 

Este 25 de mayo, la localidad estuvo de fiesta por la celebración de los 106 años del club del cual es secretaria. No es un dato menor: se trata del sitio donde confluyen la mayoría de los habitantes.  

“No sabemos bien pero según los cálculos de nosotros está entre 2000 y 2500  personas”, dice Cruz  sobre el número de habitantes. 

Cómo está diagramada la localidad de Yonopongo

A la particularidad del nombre y la baja cantidad de personas que viven allí se suma otro dato: Yonopongo es un sitio donde no hay iglesia ni tampoco plazas. 

"Si quieren ir a misa pueden ir a Monteros", asegura la secretaria del club, aunque agrega que los vecinos construyeron una gruta de San Cayetano a la cual le rinden pleitesía.

También aseveró que la siesta es un hábito sagrado en la comuna y que la principal actividad es la labor con la caña de azúcar. 

“Hace por lo menos 6 años que nos hemos hecho conocidos por distintos informes”, asegura la mujer, una referencia que tiene como telón de fondo las distintas singularidades que presenta el sitio. 

Lejos de los focos que buscan contar su historia, este jueves la población volvió a juntarse para compartir un nuevo festejo por el 25 de mayo coincidente con el nombre del club que conforma el centro neurálgico de la localidad. La vida en Yonopongo, a pesar de los flashes, sigue siendo  la misma. 

GI/fl