La cuarta generación de telefonía celular, o 4G, está a la vuelta de la esquina. Ya se presentó en sociedad el HTC Evo, el primer móvil en incorporar la nueva tecnología. Y todo parece indicar que el nuevo iPhone de Apple, que podría ser anunciado en junio, también será de la partida. ¿De qué se trata la telefonía 4G? Para algunos, es la revolución que hará que hablar por teléfono sea una acción secundaria. Para otros es simplemente la evolución lógica que permite brindar un mejor acceso a Internet, a mayor velocidad.
Las dos cosas son ciertas. La tecnología 4G estará basada casi por completo en la Web. En principio, ofrecerá una mayor velocidad para la transmisión de datos tanto de bajada (para recibir datos en el celular) como de subida de información (enviar datos). Un ejemplo da una idea concreta: la velocidad de conexión a Internet de la actual tecnología 3G, que dice estar en alrededor de 2 megabits por segundo (Mbit/sec) –algo similar a las conexiones hogareñas, aunque en realidad es bastante menor–, se irá al doble. Y promete, eventualmente, llegar a un sorprendente gigabit por segundo (Gbit/sec) para transferir datos. O sea, pasará de tardar varios segundos de espera para que cargue una página a escasos milisegundos.