Decirle que no a 44.600 millones de dólares
debe ser muy difícil. Sin embargo, sin dudas
lo más complicado de todo debe ser
explicarle a los accionistas de una empresa que pierden dinero día a día porqué se rechaza
tan titánica oferta. Esa es la intrincada situación en la que se encontró el director
ejecutivo de
Yahoo!, Yerry Yang,
el lunes, cuando el directorio del buscador en el
cual trabaja declinó la millonaria oferta de
Microsoft para fusionarse.
Yang resolvió este problema a través de una
carta que le envió a los accionista mayoritarios de Yahoo! en la que desarrolló
los argumentos que los llevaron a considerar que
44.600 millones de dólares eran una suma que "subvaloraba" a su empresa.
El
New York Times
publicó hoy fragmentos de esa carta en la que Yang explica que en Yahoo! tienen
"una gran oportunidad de mercado y estamos especialmente posicionados para
capitalizarla", escribió.
El ejecutivo de Yahoo! detalló que “el mercado global de publicidad
online proyecta un
crecimiento de 45 mil millones de dólares en 2007 a 75 mil millones, en 2010. Y
nosotros nos estamos
moviendo rápido para tomar ventaja en lo que vemos como la única oportunidad de
crecer -y evolucionar- en el mercado para construir una opción y sumar valor a los
accionistas", cita el
NY Times.
Además de brindar explicaciones, Yang se ilusionó y aventuró cuales
serán los puntos fuertes del buscador en lo inmediato: una
marca consolidada en el mercado, los más de
500 millones de usuarios que mensualmente utilizan sus servicios alrededor del
mundo, su
dominio en el mercado de avisos
online, y una larga lista de convenios con las empresas más reconocidas de la Web
como
eBay
y más de 600 diarios, enumeró en la carta.
“Yo quiero saber que el comité de directores y gerentes de Yahoo! mantienen su
compromiso para perseguir iniciativas que maximicen ganancias para todos nuestros accionistas",
esgrimió Yang, ya que "
esta es una gran compañía y nos estamos moviendo rápido para hacerla aún mejor",
dijo despidiéndose de los acreedores de acciones,
en cuyas manos descansa la posibilidad de reactivar el trato con Microsoft.