Los Angeles - El interés cada vez mayor de los estadounidenses en los automóviles deportivos japoneses se debe en gran parte a la influencia de los videojuegos, donde los modernos y poderosos vehículos son las principales estrellas, según quedó demostrado en las presentaciones del salón de Los Angeles. Por lo menos tres nuevos "super-deportivos" fueron presentados para el mercado de América del Norte en los stands del "L.A. Auto Show", que abrió sus puertas al público el viernes tras dos días reservados a los medios de comunicación.
El miércoles, la presentación de la coupé GT-R provocó un tumulto en el local de Nissan, donde el presidente de la marca Carlos Ghosn concurrió para promover al heredero de una dinastía "Skyline", sinónimo de altos rendimientos en Japón desde 1969. Este auto hasta el momento había sólo sido fabricado con el volante a la derecha, impidiendo su importación a Estados Unidos. Aunque sin embargo, los fanáticos de los videojuegos ya habían podido manejarlo virtualmente. De hecho, el GT-R figura en la lista de los vehículos disponibles en el juego japonés "Gran Turismo", éxito de ventas en el mundo entero desde hace 10 años para la consola PlayStation de Sony.
Una demostración del próximo Gran Turismo 5, a lanzarse en 2008, funciona ya con el nuevo GT-R. Valorizado en 70.000 dólares (sin impuestos), mucho menos que un Porsche con una potencia equivalente, el GT-R "ya no será un objeto de deseo o de espera en un videojuego o una película", según Ghosn.
Los vehículos deportivos japoneses también fueron los protagonistas del tercer film de la saga "The Fast and The Furious" (2006). El GT-R posee un motor de 480 caballos de fuerza, lo que garantiza un pasaje de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y una velocidad máxima de 311 km/h. En una guiñada a su versión virtual, también posee una computadora a bordo que permite al piloto analizar su destreza al volante.
Otro auto que debe mucho a los simuladores es el Subaru Impreza, cuya poderosa versión "WRX STI" llegó a Estados Unidos recién en 2004 mientras que acumulaba rallies desde 1992. "El fenómeno de los videojuegos, con Gran Turismo, generó mucha demanda" por este producto en Estados Unidos, explica a la agencia de noticias AFP Tim Colbeck, vicepresidente encargado de las ventas de la filial estadounidense de Subaru, que presentaba en Los Angeles una nueva versión de este poderoso deportivo de 305 caballos de fuerza.
La demanda "alcanzó proporciones tales que la importación de este automóvil se imponía lógicamente. Y marcha muy bien desde el punto de vista comercial", subraya Colbeck. El principal competidor del WRX STI de Subaru, la Mitsubishi Evolution, una pequeña berlina de cuatro puertas, también hizo su aparición en Los Angeles, décima desde 1992, dotada de un motor de 291 caballos de fuerza. "La importamos recién después de la octava versión (en 2003)", recuerda Janis Little, responsable de la comunicación del producto en América del Norte, al reconocer que los videojuegos también tuvieron un papel importante. "Las personas que se entretienen con los videojuegos y los que conocen el Gran Turismo ayudaron a construir la imagen de la marca del Evolution, y se familiarizaron con nosotros gracias al juego", agregó.