El sueco Niklas Zennström, 40 años, ingeniero con especialización en administración de empresas, no tiene teléfono en su casa. No necesita. Es el co-fundador y CEO de Skype, empresa que permite hacer llamadas y videoconferencias de manera gratuita entre computadoras de cualquier parte del mundo, siempre que se tenga conexión de banda ancha a Internet.
Creados en 2003, los servicios de Skype están disponibles en 28 idiomas para 171 millones de usuarios globales, número que no para de crecer. Skype participa en casi el 5% de las llamadas del mundo, pero crece más que cualquier otra empresa de telecomunicaciones. Sólo en los últimos tres meses del año pasado, sumó 35 millones de adeptos. En octubre de 2005, la empresa fue comprada por eBay, el líder de subastas on line.
Hoy se está testeando la nueva embestida de Zennström y sus amigos: Joost, el servicio de transmisión de programas de televisión a través de Internet. Sobre este y otros temas conversó con la revista Veja por videoconferencia desde Londres.
—Si estamos hablando de manera gratuita, ¿cómo gana dinero Skype?
— Usar Skype es gratuito en comunicaciones como la que estamos teniendo ahora, de computadora a computadora. Más de 171 millones de personas en todo el mundo tienen ya este hábito. Eso es lo básico. Pero un buen número de gente opta por servicios como SkypeOut, que permite hacer llamadas de computadoras a teléfonos tradicionales. Otros usan, también, SkypeIn, que ofrece operaciones a la inversa. O sea, ofrecemos un número de teléfono fijo al usuario y cuando alguien lo llama a ese número, la persona atiende por la computadora en su casa o en la laptop que estuviera usando. Y ahí ganamos dinero.
—¿Skype representa una amenaza seria para las empresas de telefonía?
—Sin duda, somos un obstáculo para el aumento en la facturación de las empresas de telecomunicaciones, en especial en el campo de la telefonía. Pero por otro lado,nuestro éxito las ayuda a vender más conexiones a Internet. Entonces, pierden de un lado y ganan del otro.
— En enero estuvo en el Foro Económico Mundial de Davos ¿Qué se habló sobre telecomunicaciones allá?
—Estuve con varios presidentes de empresas como Cisco (que domina el mercado de la infraestructura de transmisión a través de Internet) y de Motorola (fabricante de equipos de conexión y telefonía). Los líderes de la industria no pierden de vista los cambios producidos por la comunicación de voz a través de Internet. Saben que en breve no sólo la voz sino también las teleconferencias, los videos domésticos y comerciales , los programas de televisión y las películas de Hollywood llegarán a los hogares también por la Red.
—Con Joost se propone ofrecer programas de televisión a través de Internet y, además, permitir que las personas puedan intercambiar impresiones sobre lo que están viendo. ¿Cree que Joost será tan familiar como hoy son Google, Skype, Wikipedia y YouTube?
—Joost tiene la potencialidad de cambiar la manera en que vemos la televisión. Une lo mejor de la tele con lo mejor de Internet. En otras palabras, la televisión sabe cómo producir contenido, e Internet es la mejor manera de distribuirlo. Joost permite a los telespectadores ver sus programas preferidos a la hora que deseen. El hecho de estar conectados con otras personas que están viendo los mismos programas también tiene su atractivo. La propuesta es diferente a la de YouTube. Joost ofrece programas completos, de larga duración, producidos por las emisoras de televisión con las cuales tenemos acuerdos.
—¿Qué es lo que más está cambiando a la televisión?
—La proliferación de cámaras digitales de alta calidad y costo razonable –en torno a los 1.000 euros– en las manos de miles de personas va a tener un impacto formidable. Hoy cualquiera puede, teóricamente, producir contenido de calidad. Del otro lado de la línea, las modificaciones también son previsibles. Cualquier pantalla de una computadora nueva tiene resolución suficiente para reproducir imágenes de televisión. Está superada la idea de que es necesario un televisor para ver la televisión.
—Los dormitorios de las universidades norteamericanas son la punta de lanza de esas tendencias. Los estudios muestran que el número de computadoras ya supera al de los televisores…
—Ciertamente, los programas de la televisión serán vistos cada vez más en las computadoras, así como ya las estamos usando como un teléfono. Quien no tenga mucho dinero puede gastarlo bien en una laptop de calidad. De algún modo, con ella va a sustituir al equipo de música, a la televisión y al teléfono. Claro, siempre y cuando se tenga una conexión de banda ancha.
—Quien usa Skype a partir del browser de un teléfono celular con acceso a Internet ¿está telefoneando o “skypeando”?
—Esto ya es posible. Y muestra que el teléfono puede perder su razón de ser en breve. Ya hicimos alianzas en Europa con compañías de telefonía móvil y ofrecemos Skype instalado en aparatos celulares. Muchas personas ya usan los “skypephones”, que les permiten hacer llamadas desde cualquier ambiente que tenga una red inhalámbrica pública o privada. A mi modo de ver, cada vez más las personas usarán Skype en “skypephones” y celulares y menos en las computadoras.
—¿Cómo afectó el éxito de Skype la vida de las compañías telefónicas tradicionales?
—Muchas de esas compañías pasarán a ofrecer paquete más interesantes a los consumidores, aumentando su abanico de opciones. Es el consumidor quien se beneficia con un mercado más rico y competitivo.
—Skype tiene 150 programadores, la mayor parte de ellos de 28 años. ¿Será que el éxito en el mundo digital es privativo de los jóvenes?
—La juventud tiene un entusiasmo especial, sí. Pero la mayor ventaja es dejar que las personas hagan lo que les gusta. Quien trabaja en Skype usa el servicio (lo utilizamos para nuestro propio trabajo) y le gusta. Esos jóvenes se enorgullecen de crear un producto que mejora la vida de millones de personas. Retener el capital humano de esa manera, focalizarse en la realización del trabajo y dar libertad funciona para nosotros mejor que las jerarquías tradicionales.
—¿Qué significa para usted el haber fundado una empresa cuyo nombre se convirtió en verbo: “skypear”?
—Hace un año el verbo entró en un diccionario de Austria. Eso es algo que enorgullece. Es fantástico. El nombre no significa nada en ningún idioma. Es apenas una palabra corta y funciona bien en varias lenguas.
—¿Cuántas líneas de teléfono tiene en su casa?
—Ninguna. Uso skype en la computadora y en los teléfonos celulares. Eso es todo.
—¿Una última curiosidad, ¿por qué los usuarios de Skype no pueden llamar a los números de emergencia?
—Por una serie de razones, pero la principal de ellas es que en Skype el usuario es identificado solamente por el nombre, y no por la dirección en la que se encuentra. Eso no serviría para los bomberos o la policía, que tienen que saber inmediatamente en donde se encuentra el que llama.
Matrimonio por conveniencia
Igual que YouTube y otros proyectos que nacieron casi pidiendo permiso en Internet, Skype consiguió convertirse en sinónimo de un buen negocio en la Red en muy poco tiempo.
En octubre de 2005–dos años después de haber sido creada–, la empresa fundada por Niklas Zennström y Janus Friis fue comprada por eBay, el sitio líder en subastas virtuales. ¿El monto de la operación? US$2.600 millones.
“Las comunicaciones están en el corazón del comercio electrónico y la comunidad”, dijo por entonces Meg Whitman, presidente de eBay. “Combinando las dos franquicias líderes de e-comerce, eBay y PayPal, con el líder en las comunicaciones de voz por Internet, vamos a crear un extraordinariamente poderoso ambiente de negocios en la Red”.
El resultado debe ser bueno. Pocos días atrás, Skype anunció entre bombos y platillos que su software había sido bajado más de 500 millones de veces en el mundo. Y es la empresa de telecomunicaciones que más crece. Sólo en los últimos tres meses del año pasado, sumó 35 millones de adeptos.
Dura competencia para YouTube
No conformes con haber creado Skype y Kazaa, Zennström y Friis ahora impulsan Joost, una nueva opción a través de la web (también gratuita), que sirve para ver videos y programas con la misma o mejor calidad que la TV convencional. La idea es hacer el primer servicio mundial de televisón de alta calidad por Internet.
“Joost tiene la potencialidad de cambiar la manera en que vemos la televisión. Une lo mejor de la tele con lo mejor de Internet”, definió Zennström.
A diferencia de YouTube, Joost respeta los derechos de autor, se sustentará con la codiciada publicidad televisiva y, sobre todo, va a ofrecer contenidos de las grandes emisoras. Sin ir más lejos, a fin de febrero Viacom (“madre” de MTV, Paramount Pictures, entre otras) anunció que será una de las grandes proveedoras de la flamante plataforma. De esta manera, los fanáticos de ciertos programas podrán verlos en cualquier momento y en cualquier lugar, siempre que tengan su PC o laptop a mano.
En www.joost.com, se puede bajar la versión beta de la iniciativa.