El rabino Sergio Bergman fue invitado al ciclo de charlas de la Escuela de Comunicación de Perfil, y luego de hablar de política, de la grieta y del panorama electoral que se avecina, se animó a una entrevista diferente. El funcionario contó cómo combina su tarea de rabino con la de secretario de Ambiente, que en principio parecerían tan dispares, y lo definió con una llamativa analogía: “Mi trabajo en la política sigue siendo de rabino. Ya no congregacional de atender un templo sino como rabino de la sociedad argentina, porque estoy brindando un servicio. No hay trabajo más bíblico que éste. Es 100% vocacional”. También se refirió a su colección exclusiva de kipás -traídos de Israel- y reconoció que no le preocupan las críticas hacia su persona. “Si me tengo que disfrazar para que se hable del medioambiente, lo volvería a hacer”, expresó al recordar el peculiar disfraz de planta que lució en un evento en 2017, y que causó tanta polémica entre la población.
Además, resaltó que se lleva bien con las redes sociales. La que más utiliza es Instagram, “porque se dio una migración hacia la imagen”; y reveló que le gustaría contar con Manu Ginóbili entre sus seguidores. Asimismo, detalló que tiene varios grupos de Whatsapp, pero el más importante es el de su familia -con su mujer e hijas-, y que no le gusta el ‘visto’ porque se reconoce como “un adicto al Smartphone en rehabilitación”.
Por Florencia Coronel y Romina Iglesias
(Alumnos de segundo año de la Escuela de Comunicación de Perfil)
#ElLadoB es el costado alternativo del reportaje principal que hacen los alumnos de la Escuela de Comunicación de Perfil al protagonista de esta nota. Es, también, el otro lado de cualquier entrevista: preguntas y, sobre todo, respuestas que no se suelen ver o escuchar.