Yamil Santoro, abogado liberal, creador del partido "Mejorar", participó del Ciclo de Entrevistas de la Escuela de Comunicación y se diferenció del Gobierno en varios aspectos. El ex asesor de Horacio Rodríguez Larreta criticó el rumbo de la economía y la decisión del gobierno porteño de ir contra la empresa Uber, a la que defendió públicamente, y hasta acercó un proyecto a la Legislatura de la Ciudad para regular su actividad. También habló frente a los estudiantes de Periodismo de Editorial Perfil sobre su nuevo espacio, al que quiere integrar dentro de Cambiemos.
-¿Cuál es su autocrítica, luego de haber formado parte de este Gobierno?
-Lo que me cuestiono como liberal es no haber sido lo suficientemente enérgico: la causa liberal es la causa anti corporativismo y es escuela que se opone a las manifiestas trabas al progreso. El gran problema de la Argentina es el capitalismo de amigos.
-¿Pedir la ayuda económica del Fondo Monetario fue resultado de una mala praxis?
-En cierto sentido sí. Macri pecó de optimista y el resto de nosotros cayó bajo su hipnotismo. No se puede hacer campaña sólo con la buena onda, como dice Melconian. A Macri se le fue la mano con la política y se terminó chocando con la economía. El Presidente tendría que haber blanqueado la situación paupérrima en la que estábamos cuando llegó Cambiemos, y nosotros, los liberales, deberíamos haber cuestionado qué pasaba si el escenario no era tan bueno como se imaginaba: que podía pasar si las tasas internacionales terminaban subiendo, que podía pasar si había sequía, que podía pasar si el aumento de las tarifas retraía la economía, etc. Esta crisis era evitable. Habría que haber sido drásticos de entrada. Como decía Winston Churchill: "Sangre, sudor y lágrimas".
-¿La política del gradualismo les jugó en contra?
-El gradualismo de Cambiemos es producto del pecado de no haber leído a Maquiavelo: "Todo lo malo, todo junto", decía el filósofo italiano con razón. Argentina quedó innecesariamente expuesta, con aumentos consecutivos y permanentes que desgastan a cualquiera. Era mejor pasar unos muy malos primeros seis meses y después arrancar. Acá tomamos deuda para no blanquear la inflación heredada y ese dinero ni siquiera fue a parar a la economía real.
-¿Que herencia económica va a dejar Macri?
-La herencia que va dejar va ser muy jodida. Es un momento económico muy complicado. Pero más allá de las críticas, que las hay y son varias, el Gobierno evitó que esto devenga en una crisis mayúscula. Podríamos estar mucho peor. Digamos que no fue una salida exitosa, pero sí aceptable.
-¿Cuál fue la respuesta de Cambiemos al lanzamiento de su espacio político, Mejorar?
-Tuve conversaciones con gente de la ciudad de Buenos Aires, y mi intención es la de articular desde Mejorar distintos proyectos dentro del espacio y dentro de los valores de Cambiemos. Veremos si se puede. Les guste o no, y asumo que a Larreta no le debe gustar, las PASO me habilitan a mí y a cualquier otro ciudadano a mi derecho político a competir. Rodríguez Larreta, el jefe de gobierno porteño, es el líder de la coalición Cambiemos y corresponde escucharlo. Pero una cosa es escuchar y otra acatar. Competiremos en la cancha que nos toque, veremos si es por adentro o por afuera. Esperemos que sea por adentro.
-¿Por qué se constituyó en un defensor de Uber?
-Es que me da vergüenza la ley que aprobó la legislatura porteña. Le pedimos a Rodríguez Larreta que vete la ley anti Uber. Si a un Gobierno, que tiene mayoría propia para aprobar cualquier proyecto, lo mejor que le sale es una ley que criminaliza a los laburantes que ejercen una actividad lícita, la verdad es que tenemos un problema. La Ley anti Uber es un caso testigo de cómo el gobierno de la Ciudad resuelve cualquier conflicto, y Larreta demostró en más de una oportunidad retroceder por miedo a los grupos corporativistas porque son ruidosos y meten miedo.
Carla Manzo/ Giuliana Salguero/ Fernando Martinez
(Alumnos de Primer Año de Periodismo - Escuela de Comunicación de Editorial Perfil)
