La escena teatral porteña tiene otra obra que genera reflexión y debate: Irreparable, escrita y dirigida por Martín Repetto, que se adentra en uno de los temas más sensibles de nuestro tiempo: la eutanasia y cómo esta situación límite impacta en los lazos humanos. La propuesta invita al público a cuestionar posturas y emociones en un contexto de alta tensión.

Repetto compartió en una entrevista su visión detrás de la obra: "Necesitaba un tema que podría generar algún tipo de grieta, entendiendo grieta como ponerse en una postura de un lado u otro", explicó Repetto, quien, siendo médico, a menudo vincula la medicina con la dramaturgia. La ley de eutanasia le pareció un "tema latente en la sociedad, que está, pero que no está puesto". Su interrogante central fue: "¿Qué pasaría si este tema nos tocara de cerca, qué pasaría con los vínculos cuando los vínculos están involucrados en este tema y las posturas son muy dispares?".
La obra sitúa al público en el décimo aniversario del laboratorio Nerón, una poderosa entidad que, según la visión de Repetto, tiene el poder de decidir "quién vivirá y quién morirá", en un guiño a la industria farmacéutica y sus intereses. Dentro de este contexto, los personajes, algunos vinculados al laboratorio y otros opuestos a sus prácticas, se encuentran en un depósito, un patio trasero de la fiesta, donde se desatan los conflictos. "Indefectiblemente cuando pasan estas cosas hay un quiebre en los vínculos, que yo los llamo como puntos bisagra en donde ya no hay vuelta atrás", describe el director, comparando estos quiebres con un vidrio que se rompe: "o te quedas lamentándote por el vidrio roto, viendo una imagen distorsionada o lo cambias abriéndote a una nueva mirada".

Para complejizar la trama, Repetto añadió "mentiras, engaños, triángulos amorosos", creando un combo dramático que se desarrolla en este escenario de confrontación. El elenco, compuesto por tres mujeres y tres hombres (Malena Bernardi, Pablo Mónaco, Camila Zopatti, Fermín Varangot, Deby Tescione y Andrés Pabón), fue seleccionado por Repetto sin recurrir a castings tradicionales, prefiriendo investigar a actores que ya conocía o a los que accedió por referencias. Aquí la charla completa:
Como director, Repetto se muestra flexible, permitiendo a los actores "buscar" y no aferrarse estrictamente al texto. "Siento que el texto es una herramienta más que entra en escena, pero que lo que realmente manda ahí es la puesta en escena y lo que los actores tienen como para ofrecer", afirmó, siempre y cuando se mantenga el sentido y la curva dramática de la obra. El tema de la eutanasia está "todo el tiempo presente" en los diálogos, lo que confiere a la obra un carácter educativo. "La obra básicamente lo que habla es que nosotros ante este tema, generalmente somos egoístas, pensamos en la culpa nuestra en no dejar ir al otro por amor, pero muy pocas veces pensamos en el enfermo", concluyó, invitando a una profunda reflexión sobre la dignidad y el sufrimiento.

En la parte técnica, la realización de vestuario es obra de Milva Russo, mientras que la música original fue compuesta por Juan Manuel Bevacqua. El diseño y puesta de iluminación corrieron por cuenta de Alejandro Huella. Las funciones son los viernes a las 22.30 en Patio de Actores (Lerma 568, CABA). Encontrá acá más info sobre las entradas.