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"La necesidad de expresarnos y hablar de lo que nos importa es lo que nos mantiene pie", dice el director Lizardo Laphitz

Con dos obras en el off porteño, No hay que llorar de Tito Cossa y 1955 Recuerdos del Olvido de Jorge Alberto Giglio, se ocupa del pasado argentino como una manera de mirarnos a nosotros mismos, así como a nuestros errores y miserias.

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Lizardo Laphitz. | Vivo.

El experimentado director Lizardo Laphitz marca una fuerte presencia en la cartelera porteña con dos propuestas que invitan a la reflexión sobre la historia argentina y la condición humana. Con el estreno de No hay que llorar de Roberto Tito Cossa y las funciones de 1955, Recuerdos del Olvido, propone un doble viaje a un pasado que resuena poderosamente con el presente.

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1955, Recuerdos del Olvido se presenta los sábados a las 21 en el Teatro El Ojo (Tte. Gral. Juan Domingo Perón 2115, CABA) y aborda un hecho trágico y a menudo silenciado de la historia argentina: el bombardeo a Plaza de Mayo en junio de 1955. La obra, escrita por Jorge Alberto Giglio, ficciona las viviencias de un aviador que participó en ese ataque e intenta mostrar cómo la violencia ejercida sobre otros termina volviéndose sobre uno mismo.
"La obra no tiene una bandera política. Tampoco es revisionismo histórico. Solamente toma el hecho y sobre eso habla de otras cosas que tienen que ver con el comportamiento humano ante una situación límite", explicó Laphitz en una entrevista exclusiva. El texto explora la culpa y el olvido, un trabajo "excepcional" sobre cómo las acciones violentas pueden generar un profundo autoreproche.

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La puesta en escena es "muy sencilla", según palabras del director, y transcurre en distintos lugares resueltos con soluciones minimalistas. Apoyado en la actuación de Agustina Sáenz, Ariel Leyra, Lucas Alvarez, Nicole Trasandes y Sabrina Cristovao, la puesta respeta la época con el vestuario diseñado por Alicia Gumá. Laphitz destacó la facilidad para seleccionar a los intérpretes, a quienes conoce y con quienes trabaja desde hace años, realizando un "trabajo excepcional" tras meses de ensayo.

Las miserias de una familia argentina de los '70

El sábado 9 de agosto, a las 18, se estrenará No hay que llorar en Nun Teatro Bar (Juan Ramírez de Velasco 419, CABA). Esta pieza, escrita en 1979, muestra las dinámicas y frustraciones de una familia de clase media argentina en la década del '70, un período de profunda crisis social. "La obra de Cossa, si bien tiene mucho humor, se regodea en el humor negro -comentó Lizardo-. Le atraían mucho las pequeñas tragedias cotidianas de la gente. Este texto es como si lo hubiera escrito hoy". La historia revela las miserias de cada personaje, mostrando cómo las presiones sociales y económicas pueden llevar a los seres humanos a tomar decisiones cuestionables para sobrevivir. "Tiene que ver mucho con lo que estamos viviendo hoy, sin ninguna duda", afirmó el director, subrayando "la vigencia de este texto en la actualidad: la preocupación por no avanzar socialmente, el dinero que no alcanza o el miedo a la desocupación, que lamentablemente se repiten ahora".Este elenco está integrado por:Silvia Villazur, Mariano Morelli, Matías Filguiera, Nicolás Mizrahi, María Cruz Carot y Mavy Yunes.

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Para Lizardo Laphitz, el teatro independiente es un "campo de batalla" y un espacio vital para la expresión. A pesar de las dificultades económicas que enfrenta el sector, los actores se reúnen, forman cooperativas y aportan de su bolsillo, impulsados por la necesidad de "poder hablar de lo que nos importa. Si no mantenemos eso, nos hundimos", reflexionó. La vocación y el proyecto de vida de desarrollar algo artístico son lo que los mantiene en pie. Sus dos obras en cartelera son un claro ejemplo de este compromiso, invitando al público a reflexionar sobre la historia, la sociedad y la complejidad del ser humano a través de historias que, aunque ancladas en el pasado, resuenan con fuerza en el presente argentino. Encontrá acá más info sobre las entradas.