La cena de Leonardo da Vinci brinda una forma lúdica y divertida de pasar una noche en buena compañía. La propuesta pensada por Edith Margulis para aprovechar el espacio íntimo que brinda La Biblioteca Café (M. T de Alvear 1155, CABA) está presentada como un banquete del Renacimiento o una "farsa musical en dos platos y un postre". ¡Cuán cierto este enunciado!
Los espectadores/comensales (sí, porque se sirve comida de verdad!) son recibidos por un simpático bufón que, a la manera real, anuncia el nombre de cada invitado a viva voz, enriqueciéndolo con un título nobiliario. Y se van sentando en una larga mesa medieval dispuesta en U de ambos lados. Todo está ambientado según la época en que se sitúa la acción. Un experto grupo de actores y cantantes será el encargado de presentarnos la historia de Leonardo da Vinci desde un costado humorístico en el que hasta se enlaza el plato principal, spaghetti, con la trama, ya que el propio Leonardo dice ser el que inventó los fideos. Claro, su fama de creativo lo llevó a recorrer el mundo y a trabajar para diversos representantes de la nobleza de su época. Todos están aquí, así como algunas de sus obras, incluso la Mona Lisa, a la que le "pintó la sonrisa" según relata la musa.
Pero lo más destacado de la propuesta es que todos cantan y lo hacen de manera maravillosa, aprovechando la música de ese tiempo ido, en forma de canon, duetos o en solitario, mientras representan la vida en una corte el siglo XVI. Ese elenco maravilloso, el mayor hallazgo de esta puesta, está integrado por Natalia Albero, Juan Folino, Antonio Franconetti, Laura Leonelli, Edith Margulis, Schuss Nouzille, Sabrina Schulthess y Carlos Trujillo. Además tienen una invitada especial que se transmuta en el personaje más simpático de la velada: Ana Padovani. Divina!
El espectáculo tiene dirección de Melisa Hermida, con la asistencia de Pablo Fisca y dirección musical de Simón Martins. Incluso el vestuario (diseñado por la propia Edith) es maravilloso. Cuando termina la propuesta (que es prolongada en el tiempo), los aplausos coronan una noche especial, distinta, gratificante. Y todos se quedan charlando, brindando, recordando los mejores momentos de lo que acaban de ver.
A quienes deseen vivir esta experiencia les recomiendo agendarse el viernes 2 de diciembre a las 21, para aprovechar la que sería la última función del año. El costo de la entrada incluye el espectáculo, canilla libre de bebida y la cena. Realmente vale la pena.
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