Trumpistas atacan el Capitolio

Trump lleva a EEUU a su autodestrucción y hay temor de autogolpe

La toma del Capitolio es una muestra más del boicot del presidente estadounidense a las instituciones y a la democracia. Se rompió el pacto democrático en Washington.

WASHINGTON, DC - 6 DE ENERO: Los manifestantes se reúnen frente al edificio del Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero de 2021 en Washington, DC. Los manifestantes pro-Trump ingresaron al edificio del Capitolio de los Estados Unidos después de manifestaciones masivas en la capital de la nación durante una sesión conjunta del Congreso para ratificar la victoria del Colegio Electoral 306-232 del presidente electo Joe Biden Foto: AFP

Alentada desde el Salón Oval, una muchedumbre subió a lo alto de la colina y tomó por asalto el Capitolio de Estados Unidos. El trumpismo no solo no acepta la derrota, sino que también está dispuesto a revertirla por la fuerza. Incluso, a destruir la democracia con tal de evitar la salida de Donald Trump de la Casa Blanca. Las escenas inéditas desnudaron la fragilidad institucional y revelaron la ruptura de un pacto democrático elemental en Washington DC.

Después de alentar a la manifestación, el presidente Donald Trump pidió a sus seguidores que abandonaran el Congreso de Estados Unidos, tras presionar a funcionarios republicanos para que bloquearan  la certificación de la victoria de su rival Joe Biden. "Se tienen que ir a casa ahora. Vayan a su casa en paz", afirmó en un video subido a sus redes sociales.

El discurso de Donald Trump, sin embargo, no parece destinado a abortar el ataque a las instituciones que él mismo propició en las últimas horas, sino una estrategia para no ser imputado judicialmente por alentar las protestas e, incluso, propiciar un autogolpe de Estado. “Tuvimos una elección que fue robada. Fue una victoria abrumadora y todos lo saben, especialmente el otro bando”, insistió el republicano.

 

 

Según Richard Haas, presidente del Council on Foreign Relations, el día de hoy marca probablemente el fin de la supremacía de los Estados Unidos en la escena internacional. "Estamos viendo imágenes que nunca imaginé que veríamos en este país, en alguna otra capital sí, pero no aquí. Es probable que nadie en el mundo vuelva a ver, respetar, temer o depender de nosotros de la misma manera. Si la era post-americana tiene una fecha de inicio, es casi seguro que sea hoy", aseguró.

Desde la otra vereda, Joe Biden convocó una conferencia de prensa de urgencia, en la que aseveró “que era suficiente” y que las escenas vividas en Washington eran cercanas a la “sedición” y a la “insurrección”. “Le pido al presidente Trump que hable en televisión nacional para defender la Constitución y que demande el fin de este asedio”, aseveró el presidente electo.

Evacuaron el Capitolio: tiros, heridos de bala y toque de queda

Tras los graves incidentes y los fallos en el operativo de seguridad, agentes de la Guardia Nacional fueron movilizados en Washington y en estados vecinos para restablecer el orden. El despliegue fue anunciado por la Casa Blanca y el Pentágono y confirmado por Ralph Northam, el gobernador demócrata de Virginia.

Trump había presionado en las últimas horas al vicepresidente Mike Pence para que el Congreso no certificara el voto del Colegio Electoral, una formalidad que pondría fin al proceso electoral y decretaría la victoria de Biden. Pence se negó públicamente, al asegurar que no estaba dentro de sus funciones constitucionales.

Mientras una muchedumbre atacaba a policías, entraba al Congreso y Pence era evacuado por el Servicio Secreto, Trump arremetía contra su compañero de fórmula en Twitter. “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger a nuestro país y nuestra Constitución. ¡EEUU exige la verdad!”, disparó el jefe de Estado.

Los manifestantes ingresaron a ambas cámaras, según medios estadounidenses, así como a la rotonda del Capitolio. Los oficiales de policía sacaron sus armas para defender a los legisladores, según el congresista demócrata Dan Kildee, quien denunció un "ataque a Estados Unidos".

Trump había pedido a sus partidarios que fueran al Congreso para presionar a los senadores y representantes republicanos para que se opusieran a la certificación de la victoria de Biden.

En una reciente entrevista con PERFIL, el profesor de la London School of Economics Barry Buzan aseguró que Estados Unidos estaba en camino de dejar de ser una superpotencia. Sus palabras cobraron un nuevo cariz en las últimas horas, cuando Washington contuvo el aliento y las cadenas de televisión transmitieron escenas inimaginables tiempo atrás.

"¿Cómo un país pierde su status de superpoder? Puede ser superado por otro súper poder en ascenso. Pero lo más común es lo que está pasando en Estados Unidos: su autodestrucción como súper poder. El electorado estadounidense, aunque no es consciente, ha tomado esa decisión", aseguró. 

Las imágenes de hoy en el Capitolio parecen darle la razón.