Con la intención de recordar los 10 años de la desaparición de Jorge Julio López, testigo clave en la causa por los crímenes del represor Miguel Etchecolatz, intervinieron distintos espacios de la Ciudad.
Uno de los lugares es la Avenida 9 de Julio, una de las principales arterias de Buenos Aires. Allí se modificaron la señalización cambiando el nombre de la calle por el de “10 años sin Julio”.
Con la misma intención, en una de las paradas del Metrobus se aprovechó la señalética con la leyenda “Acá se espera” para agregar mensajes de todo tipo. Desde “el próximo mundial” pasando por “aumento de sueldo” hasta “poder dormir ocho horas”.
La convocatoria fue abierta y se llamó a estudiantes de diseño, arte y comunicación social en el marco de la cursada de las materias Diseño Gráfico I,II y III, cátedra Rico, de la Facultad de Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.