En Argentina hubo, hasta ahora, 7 presidentes peronistas. Las únicas mujeres que llegaron a la primera magistratura fueron peronistas. La gran mayoría de los sindicatos son de corte peronista, y 18 de los actuales 24 gobernadores pertenecen a ese partido. Su pregnancia en la política nacional es tal, que incluso están los que dicen que hasta el Papa es peronista.
Este 10 de diciembre de 2019 Alberto Fernández se convertirá en el octavo presidente peronista en asumir la primera magistratura en Argentina. Su asunción marcará el retorno al gobierno del movimiento nacido el 17 de octubre 1945 de la mano de Juan Domingo Perón y que marcó el camino de la historia nacional hasta la actualidad.
Tras 4 años de gobierno de Cambiemos bajo el liderazgo de Mauricio Macri, el justicialismo en unidad logró barrer en primera vuelta las aspiraciones de reelección a la alianza entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, que se quedó con el gobierno de las provincias de Mendoza, Jujuy, Corrientes y la Ciudad de Buenos Aires.
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Cifras. Si se toma desde la primera presidencia constitucional argentina, encabezada por Justo José de Urquiza en 1854, se puede decir que el peronismo gobernó 37, de los 165 años desde la sanción de la Constitución en 1853.
En cambio, si se cuenta desde su creación, el justicialismo gobernó la mitad de los años que transcurrieron desde su nacimiento en 1945: de los restantes, 18 corresponden a dictaduras militares, 15 a gobiernos radicales, y 4 a la saliente gestión de Cambiemos.
Con seguidores fervorosos y detractores obstinados, el peronismo sigue marcando los vaivenes del país, y se erigió como el partido que más años estuvo en el poder desde el retorno de la democracia: gobernó 23 años de los 36 que se cumplen desde el fin de la dictadura. Diez corresponden al gobierno de Carlos Menem (1989-1999), uno al de Eduardo Duhalde (que completó el mandato de Fernando de la Rúa tras su renuncia), cuatro a Néstor Kirchner (2003-2007), y ocho a Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
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Cabe recordar las brevísimas presidencias de Adolfo Rodríguez Saá, Ramón Puerta y Eduardo Camaño, en aquel fatídico fin de año del 2001. Tras el estallido social y la renuncia del presidente de la Alianza, todos fueron presidentes en la misma semana, siguiendo los lineamientos de la Ley de Acefalía (tomando en cuenta estos tres nombres, Alberto sería el número 11 y no el octavo).
"No es que nosotros seamos tan buenos, sino que los demás son peores", dijo alguna vez el general Juan Domingo Perón, el único hombre elegido tres veces para liderar Argentina y fundador del movimiento que desde 1945 forma la espina dorsal de la política nacional.
Entre 1946 y 2019, el justicialismo ganó diez elecciones presidenciales: 1946 (Perón), 1951 (Perón), las dos de 1973 (Cámpora y Perón), 1989 (Menem), 1995 (Menem), 2003 (Kirchner), 2007 (Fernández de Kirchner), 2011 (Fernández de Kirchner) y 2019 (Fernández), y perdió las elecciones de 1983, 1999 y 2015. Fue derrocado dos veces por golpes de estado militares (en 1955 y 1976) y declarado ilegal por la dictadura autodenominada Revolución Libertadora instalada en 1955, manteniéndose la prohibición hasta 1972 y para Perón hasta 1973. Tras su fallecimiento en 1974, asumió su vicepresidenta y esposa, Isabel Martínez de Perón, conocida como Isabelita, derrocada en 1976 por la dictadura más sangrienta que vivió el país.
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“El peronismo es tanto una consecuencia de procesos muy sedimentados en la cultura política argentina como un factor decisivo en su conformación en distintos momentos desde 1945. Por eso, renunciar a entenderlo sería renunciar a comprender la Argentina”, asegura el antropólogo Alejandro Grimson en su libro ¿Qué es el peronismo? De Perón a los Kirchner, el movimiento que no deja de conmover la política argentina.
Según explica el investigador, “el peronismo ha sido, además, la identidad política popular más persistente del país. Nació en 1945 y hoy tiene más pregnancia que palabras como ‘comunismo’ o ‘liberalismo’”. En este sentido, resalta que desde que se impuso en las urnas en 1946, sólo perdió tres elecciones presidenciales (en 1983, 1999 y 2015), y estuvo 18 años proscripto.
Sin embargo, hace especial hincapié en el carácter “contradictorio e incomprensible” de este espacio político “en el que ha participado Carlos Menem y Néstor Kirchner, Rodolfo Walsh y José López Rega, Evita e Isabelita”.
“Para la inmensa mayoría de los peronistas, los nombres de López Rega o de Menem son repudiables. Pueden considerarse parte de ciertos problemas que los peronistas deben tener en cuenta en su historia, pero para los peronistas el desafío es diferente. Menos desmesurado, no deja de ser notable: es la convivencia de Herminio Iglesias y León Arslanian, Hugo Moyano y Horacio González, Sergio Massa y Cristina Kirchner, Gildo Insfrán y Axel Kicillof, Miguel Ángel Pichetto y Agustín Rossi”, expresa.
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