En Botswana siguen muriendo elefantes, misteriosamente. El Ministerio de Medio Ambiente, Conservación de Recursos Naturales y Turismo informó en un comunicado que se encontraron los restos de 39 elefantes muertos en la Reserva de Moremi. Y califica el hecho de "muertes misteriosas”.
Los animales fueron encontrados con sus colmillos y por eso descartaron en un principio que hayan muerto a causa de la acción ilegal de cazadores furtivos. Sin embargo, los elefantes siguen muriendo.
Las nuevas muertes se suman a los más de 356 elefantes fallecidos en junio del año pasado en el delta del Okavango, que fueron finalmente atribuidas a la ingestión de toxinas generadas por cianobacterias.
Eso al menos es lo que se concluyó luego de que tres laboratorios de Zimbabwe, Sudáfrica y Canadá analizaron muestras simultáneamente. Ahora la investigación vuelve a abrirse.
La Reserva de Moremi, que se extiende casi 5.000 km2 al norte del país, fue creada en 1963 como coto de caza aunque luego se la recategorizó como parque nacional. Se encuentra al este del delta del río Okavango y esa proximidad con el agua le otorga la extraña combinación de espejos de agua en medio de zonas áridas.
Decenas de elefantes en Botsuana mueren bajo circunstancias misteriosas
Elefantes débiles y desorientados
Un informe de la ONG Elefantes sin Fronteras (Elephants without Borders) aseguró que viene monitoreando a los animales desde el año pasado y los observó “muy débiles, algunos desorientados y con dificultades para moverse”.
Botsuana alberga alrededor de 130.000 elefantes en libertad, cerca de un tercio de la población total de paquidermos en África. En el delta del Okavango vive el 10% de esa totalidad. Los ingresos que Botswana recibe por el ecoturismo representan entre el 10 y el 12% su PIB, sólo superado por el comercio de diamantes.
El presidente Mokgweetsi Masisi levantó en 2019 la prohibición de caza que regía desde 2008 y varios organismos defensores de animales lo cuestionaron, sobre todo cuando se difundió que una empresa de subastas había comercializado un lote de 60 ejemplares a cambio de 2,1 millones de euros, con la anuencia del gobierno.
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Luego de volver a autorizar la caza de elefantes, el gobierno impuso un tope de 400 anuales. En la vecina Zimbabue, se otorgan 500 por año, a cambio de US$21.000 cada una. Un ingreso significativo si se considera que los cazadores permanecen como mínimo 10 días en el país, contratan guías, hoteles y taxidermistas. La mayoría de los cazadores blancos provienen de Estados Unidos y Europa.
No tocar ni comer elefantes
En las últimas horas, las autoridades de Botsuana confirmaron la extinción de varias decenas de elefantes desde el mes de enero. Descartaron que se deba al ántrax o a una infección bacteriana, aunque preocupa que se trate de un hecho reiterado. "Hay más pruebas de laboratorio que siguen en marcha", señalaron las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente, que también apuntaron que sólo mueren los elefantes en las proximidades del delta del río Okavango, ya que no se registró mortalidad de otras especies.
En simultáneo y vía facebook, Europa Press da cuenta de que las autoridades pidieron a la población que "no toque ni consuma carne de elefantes que encuentren muertos" y solicitaron que se informe a las autoridades sobre la ubicación de restos de animales sin vida, en caso de que se encuentren con alguno.